Punto y aparte
Al final, se queda. Supongo que éramos muchos los que dábamos por
hecho que el Presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, iba a decidir
permanecer al frente del Ejecutivo tras estos interminables cinco días de
reflexión. Y eso que han sido menos
numerosas de lo que yo me esperaba las súplicas rendidas al son de “Pedro,
quédate”… Pero lo peor no es que Pedro
Sánchez opte por quedarse para completar su mandato, algo que se le presuponía,
sino eso que ha anunciado con vehemencia:
que a partir de ahora se inicia un punto y aparte y que él se compromete
a liderar un “plan de regeneración democrática” en contra de los bulos informativos. Un bulo es una mentira, una falacia, lo que
hoy en día se conoce como una “fake news”,
y eso debería ser aplicable a cualquier descrédito y falacia que afecte a
cualquier persona, partido político o ideología.
Pero ¿se refiere realmente a eso Sánchez? ¿O más bien lo que pretende es que sean él,
su persona, su familia, sus aliados y sus simpatizantes quienes queden exentos
a toda costa de esa “mala prensa”? (Por
cierto, la prensa no es mala ni buena, simplemente debería ser objetiva o
subjetiva). Yo no pierdo la esperanza, y
lo digo siempre que tengo ocasión, de que la política española todavía esté a
tiempo de regenerarse, de que se rebaje el odio, se frenen los insultos y se
imponga el respeto. Y esto que digo va
por todos, por TODOS, los de izquierdas, los de centro, los de derechas, los
ultras de cualquier extremo, y, por supuesto, los independentistas. Manifestar tu ideología es lícito, saludable
y necesario, pero sin insultar (ni siquiera llamar “tonto”, ¿qué narices?) al
que no piensa como tú. ¿Seremos
capaces? Yo confieso que estoy sintiendo
algo de temor con respecto a lo que venga detrás del “punto y aparte” que,
según Sánchez, se inicia ahora, que confío que no implique menos libertad e independencia
para los magistrados y periodistas no afines con el pensamiento político
gobernante, dando por hecho que me estoy refiriendo, siempre, a quienes, desde
su posicionamiento, utilizan sus herramientas con honestidad y decencia.
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