Cine actualidad/ "SALA DE PROFESORES"
¡Qué
difícil es enseñar!
En la tarde previa a la entrega
de los Oscar correspondientes al año 2023, en la que concurre nominada en
calidad de Mejor Película Internacional, he visto “Sala de profesores” (“Das Lehrerzimmer”), película alemana dirigida y
co-escrita por el realizador turco-germano Ilker Çatak, El argumento gira en
torno a Carla Nowak (Léonie Benesch),
una joven profesora de procedencia polaca que ejerce su primer trabajo como
docente en un colegio de Alemania en el que rige una política de “tolerancia
cero” con respecto a actos de indisciplina y conductas inapropiadas. Como consecuencia de esto, un alumno de
Carla, Ali, es acusado de robar simplemente por ser árabe, pero, como los robos
no cesan, la maestra toma cartas en el asunto y realiza una grabación con su
portátil en la que se demuestra la verdadera identidad del ladrón. Lejos de resolverse el problema, éste en
realidad acaba de empezar, porque la acusada no sólo niega su culpabilidad sino
que afirma que la grabación se efectuó de manera ilegal, y el hijo de ésta, quien
también asiste a la clase de Carla, lo complica todo aún más al negarse a
aceptar los cargos contra su madre…
El
abrupto final de la película, que no termina de manera convencional y se niega
a resolver los problemas planteados, hace que el espectador dude de si defiende
o critica la cada vez más extendida oleada de “buenismo” y “wokismo”. La profesora protagonista no duda en
enfrentarse a las normas del centro y a sus propios compañeros, al empatizar y
defender a ultranza todos los derechos que asisten a la ladrona y a su hijo,
pero su bondad la coloca en una posición de extrema debilidad que la convierte
en víctima de todo tipo de ataques morales e incluso de agresiones físicas, pues
en realidad no cuenta con el apoyo de absolutamente nadie: ni los profesores, ni los alumnos, ni la
acusada ni su hijo están de su parte.
Me ha
gustado bastante la película, destacando sobre todo la interpretación de todos
los actores, con especial atención a la estupenda Léonie Benesch, pero me
hubiera gustado mucho más si hubiese tenido otro final. Un desenlace en el que nada se desenlaza, en
el que lo que va a pasar depende totalmente de la imaginación del espectador,
no me parece convincente ni satisfactorio.
¿Merece la pena ser extremadamente comprensivo y tolerante y querer
complacer a todos, incluso a quien más te ha dañado…? Por desgracia, “Sala de profesores” no lo deja claro, ni se esfuerza por
intentarlo, ni entra en los planes de su director y guionista llegar
absolutamente a ninguna conclusión al respecto.
Luis Campoy
Calificación:
7,5 (sobre
10)
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