Cine actualidad/ "LOS ASESINOS DE LA LUNA"
Martin Scorsese está a punto de cumplir ochenta y un años y a
estas alturas nadie puede poner en duda su talento y su status de auténtico maestro de maestros. Su vigésimosexta cinta, “Los asesinos de la luna” se basa en una gran novela de David Grann
que narra un suceso tristemente verídico acaecido en los años veinte del siglo
pasado, cuando el hallazgo de petróleo un unas tierras propiedad de los indios osage convirtió a estos pieles rojas en
desdichado blanco de la codicia de los blancos.
Robert De Niro interpreta a
un terrateniente que simula ser amigo de los indios pero en realidad es el
instigador del exterminio de los desdichados nuevos ricos para quedarse con sus
riquezas, mientras que Leonardo DiCaprio
es el sobrino de De Niro, un tipo débil y sumiso incapaz de desobedecer las
órdenes de su maquiavélico tío.
“Los asesinos de la
luna” debería ser de visión obligatoria para cualquier buen cinéfilo, pero
también para los que dicen que los españoles cometieron un genocidio durante su
descubrimiento de América. Si lo que hizo
España fue un genocidio, ¿cómo describir lo que hicieron los anglosajones con
los legítimos dueños de Norteamérica? Nada,
nada justifica tanta maldad, tanto salvajismo y tanta atrocidad. Por el contrario, a los indios osage se les presenta como nobles,
sabios y puros, personificando todas las virtudes de esta tribu en el personaje
de la esposa de DiCaprio, Molly, a la que interpreta una extraordinaria y
magnética Lily Gladstone que se come
la pantalla y para la que, desde ya, pido un merecedísimo Oscar. En el extremo opuesto, me desagradó muchísimo
el personaje de DiCaprio (no así su interpretación en sí, en la que vi matices
que me recordaron a Jack Nicholson). En
cuanto a De Niro, da gusto volver a verle en plena forma y esforzándose, y su
registro me recuerda al que exhibió en “Los
Intocables” encarnando a Al Capone, personaje al que se homenajea claramente
durante la secuencia de su afeitado.
Obviamente, el mayor “pero” que puede ponérsele a “Los asesinos de la luna” es su excesiva
y alucinante duración: tres horas y media para contar una historia que podía
haberse despachado en mucho menos tiempo.
Obviamente, Scorsese, que es zorro viejo, ha hecho simplemente la
película que le ha dado la gana, compensando la parsimonia en el desarrollo de
la acción con un despliegue cinematográfico alucinante: la fotografía
preciosista y la manera de componer cada plano constituyen, para mi, una
auténtica lección de cine, algo por lo que hay que estar eternamente
agradecidos al eterno Marty.
Luis Campoy
Lo mejor: el luminoso despliegue de toda la sabiduría de Scorsese; el estupendo reparto, con mención especial a la "india" Lily Gladstone
Lo peor: la a todas luces excesiva e innecesaria dirección
Calificación: 8,5 (sobre 10)
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