Cine actualidad/ "FIVE NIGHTS AT FREDDY'S"
Terror y supervivencia
Antes de ser película, “Five
Nights At Freddy’s” (es decir, “Cinco
noches en el local de Freddy”) fue un famoso videojuego de terror y
supervivencia creado por el estadounidense Scott
Cawthon en el año 2014, alcanzando tal éxito que ya se han generado un
montón de secuelas, precuelas y spin-offs
en formato también de videojuego, así como cinco libros y, por fin, el film que
ahora nos ocupa. Se trata, pues, de un
verdadero fenómeno que lleva casi una década arraigado entre los jóvenes, hasta
el punto de que la mayoría de los espectadores potenciales de “Five Nights At Freddy’s” son
adolescentes e incluso niños.
El argumento de la película, como sucede en el juego, tiene
como protagonista a un hombre que, en busca desesperada de empleo, comienza a
trabajar como guardia de seguridad nocturno en una enorme pizzería abandonada
llamada Freddy Fazbear’s Pizza. El local, muy popular en los años ochenta, cuenta
con la particularidad de que lo habitan una serie de muñecos animatrónicos que
de noche cobran vida, y con no muy buenas intenciones. El protagonista es Josh Hutcherson, al que hemos visto crecer desde “Un puente a Terabithia” y que fue uno de
los personajes principales de “Los juegos
del hambre”. Hutcherson ejerce de
improbable hermano mayor de una niña cuya custodia se disputa con una repelente
tía (o una tía repelente) y da vida al sufrido guardia nocturno que lo va a
pasar de miedo (nunca mejor dicho) durante cinco noches que se le harán
inolvidables.
Lo de los guardias de seguridad sobrepasados por
circunstancias muy extrañas se ha convertido en una especie de subgénero (ahí
están “El resplandor” o “Noche en el museo”), e incluso hace un
par de años el ínclito Nicolas Cage protagonizó una película titulada “Willy’s Wonderland” en la que
interpretaba a un conserje que encontraba trabajo de noche en un local poblado
por una especie de robots zoomorfos con tendencias asesinas (sí, era obvio que
se trataba de un plagio de “Five Nights At
Freddy’s”). El problema de esta
adaptación canónica (bendecida por el creador del videojuego) es que hace aguas
en todos los terrenos: no resulta creíble como drama familiar y no da nada de
miedo en cuanto a película terrorífica. Parece
que todo tiene que ver con lo que se llama el target, el público objetivo al que va dirigido el producto y que,
como acabamos de decir, en el caso del videojuego se trataba de gente muy
joven, a la que moralmente no podría ir encaminada una película excesivamente gore ni sangrienta. Un quiero y no puedo, vamos, una indefinición
que la hace quedarse en tierra de nadie y que, aun así, está generando una
expectación que, sinceramente, visto lo visto, soy incapaz de comprender.
Luis Campoy
Lo mejor: ver a tanta gente (joven) volviendo
a llenar las salas de cine
Lo peor: constatar lo mal educados que están la
mayoría de esos jóvenes espectadores, que, al salir, dejan las salas hechas un terrorífico
desastre
El cruce: “Noche
en el museo” + “Terrifier” + “Willy’s Wonderland”
Calificación: 6,5 (sobre 10)
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