Cine actualidad/ "FLASH"
Otra más de superhéroes. Este humilde Navegante debe confesar que ya se ha echado unas cuantas carreritas al lado de “The Flash” en la última película producida por DC y Warner Bros. antes de la anhelada y/o temida toma de posesión de James Gunn.
Lo primero que tengo que decir es que las fronteras entre
Marvel y DC se han diluído casi totalmente, pues, hasta hace bien poco, los segundos
se jactaban de ser más “oscuros” y más “realistas” que la “infantil” factoría
marvelita. Sin embargo, en estos últimos
tiempos parece que ambas compañías compiten por ver quién hace los chistes más
malos que suavicen los terribles traumas que pesan sobre sus compungidos héroes. Lo segundo que diré es que reitero mi
creciente hartazgo frente a ese puñetero concepto del “multiverso” que ya hemos
visto en “Spiderman: Sin camino a casa”, “Doctor Strange en el Multiverso de la
locura” y la reciente “Spiderman: Cruzando el multiverso”, además de en la por
mi tan “adorada” (entre comillas) “Todo a la vez en todas partes”. Como decían nuestros mayores, ¡éramos pocos y
parió la abuela!, o lo que es lo mismo, no nos bastaba con un solo escenario de
realidad, y ahora tenemos que ir saltando de uno en otro para que las historias
sean cada vez más enrevesadas y confusas.
Me pregunto si los guionistas de “The Flash” habrán pagado los derechos de autor a los célebres
Robert Zemeckis y Bob Gale, creadores de “Regreso
al futuro”, pues es esta ya clásica película ochentera la base conceptual
de lo que aquí sucede, calcando conceptos, personajes y situaciones
completas. Incluso el enorme Michael
Keaton (citar a Michael Keaton no es un spoiler, puesto que sale en
absolutamente todos los trailers) se presta de buen grado a retomar su papel
del Batman original de 1989, siendo ahora una especie de mentor de un aprendiz
de Marty McFly al que interpreta el bueno de Ezra Miller, uno de los tipos más
problemáticos y caóticos que pululan por el Hollywood actual, una patata bien
caliente con la que los de DC tienen pánico de quemarse.
Los mejor de la película es el aluvión incesante de cameos, que no destriparemos, alguno de
ellos francamente sorprendentes, como sorprendente resulta lo mal resueltos que
están algunos efectos visuales que seguro que cualquier aficionado habría
sabido superar. También me pareció de lo
más inapropiada e irreverente esa escenita que tiene como víctimas
propiciatorias a los bebés de cierta maternidad, y vuelvo a elevar una queja a
causa de la caracterización de la españolisíma Maribel Verdú como sufrida madre
mexicana. ¡Que España también existe, jopé!
Más divertida y también más intrascendente de lo que yo me
esperaba, “Flash” ha sido dirigida por el argentino Andy Muschietti, que
ciertamente se cubrió de gloria con la excelente “It, Capitulo uno”, pero que
luego pinchó en hueso con su continuación “It, Capítulo 2”. Parece que, definitivamente, a Muschietti se
le da mejor el drama que la comedia.
Comentarios