Cine actualidad/ “EL BUEN PATRON”
Oh balancé, balancé
El buen patrón
España, 2021
Director y Guión: Fernando León de Aranoa
Productores: Fernando León de
Aranoa, Jaume Roures
Música: Zeltia
Montes
Fotografía: Pau
Esteve Birba
Montaje: Vanessa
Marimbert
Reparto: Javier Bardem (Julio Blanco),
Manolo Solo (Miralles), Almudena Amor (Liliana), Sonia Almarcha (Adela), Oscar
de la Fuente (Jose), Fernando Albizu (Román), Mara Guil (Aurora), Celso Bugallo
(Fortuna), Tarik Rmili (Khaled)
Duración: 120 min.
Productora: Reposado Producciones, Mediapro
Hace unos días, os hablaba de “Madres
paralelas” (2021), la por el momento última película de Pedro Almodóvar, un
film incuestionable desde un punto de vista artístico pero que, argumentalmente,
es víctima de esa oleada de corrección y bonhomía tan tristemente de moda, desarrollando un
discurso tan maniqueísta en favor de la izquierda, el progresismo y la bisexualidad
que a ratos parece un panfleto político.
Por suerte, el madrileño Fernando León de Aranoa ha sabido ser
mucho más sutil y comedido a la hora de desarrollar su octavo largometraje, “El
buen patrón”, que protagoniza nuestro internacional Javier Bardem.
Julio Blanco es el propietario de una
empresa dedicada a la fabricación de balanzas, negocio que ha heredado de su
padre. Julio considera que el hecho de
continuar el legado familiar le convierte en una especie de padre/patrón de sus
empleados, lo cual le otorga el derecho de disponer sobre sus vidas
profesionales pero también sobre las personales…
Hace ya 25 años, un joven guionista y
realizador que había nacido en 1968 sorprendió a todo el mundo con la estupenda
“Familia” (1996), a la que seguirían “Barrio” (1998), “Los
lunes al sol” (2002) o “Princesas” (2005). Interesado y comprometido con temas de calado
social, León vuelve a ocuparse en solitario del guión de “El buen patrón”,
título que de alguna manera conjuga los de “El buen pastor” (Robert de
Niro, 2006) y “Padre Padrone” (Hermanos Taviani, 1977). El personaje central, Julio Blanco, se considera
el patriarca de la familia que conforman todos sus trabajadores, y se arroga
poderes plenipotenciarios como conceder la vida (contratar a quien se le
antoja) y la muerte (despedir a los que se le antojan prescindibles) y ejercer
el derecho de pernada sobre toda aquella becaria que le resulta apetitosa. Narrada con un finísimo humor negro y unos
diálogos acertados que convierten, como suele suceder en esta España nuestra,
la corrupción en simpática campechanía, la película sorprende en todo momento
porque su aparente falta de pretensiones se basa en un insólito dominio de
todas las técnicas narrativas, con especial atención a los travellings y planos
secuencia.
En cuanto a Javier Bardem, “El buen patrón” debería ser de obligada visión para quienes le desprecian por sus posicionamientos ideológicos. Porque, independientemente de cómo piense o actúe en su vida cotidiana, como intérprete Bardem demuestra ser un auténtico iluminado, y en esta película se sale. Su interpretación de Julio Blanco es tan magnífica, tan magnética y tan perfecta que, prácticamente sin maquillaje, deja de ser él mismo para convertirse en su personaje. Sus gestos, sus miradas, sus movimientos, la entonación de su voz le transforman literalmente en otra persona, algo sumamente difícil cuando el actor es tan popular. Bardem ganará el Goya, y, con un poco de suerte igual hasta le nominan nuevamente al Oscar; merecido lo tendría, desde luego, y no es para nada imposible porque, de momento, la Academia del Cine Español la ha seleccionado como representante de nuestra cinematografía de cara a los famosos galardone hollywoodienses.
Completan el reparto de "El buen patrón" Manolo Solo como
el inseguro Miralles, la prometedora Almudena Amor como la becaria
empeñada en medrar, Oscar de la Fuente como el despedido Jose, Fernando
Albizu como el guardia de seguridad Román y Sonia Almarcha como la abnegada
esposa de Blanco, todos ellos irreprochables en sus cometidos.
Acida en su crítica al caciquismo pero, al
mismo tiempo, salvajemente divertida sin cargar las tintas en lo grotesco, “El
buen patrón” se me pasó en un suspiro, me dejó maravillado a todos los
niveles y me pareció tan extraordinaria que no soy capaz de sacarle ni un solo
defecto (bueno, sí, un poco a la música, más abajo lo explico). Y eso, creedme, muy pocas veces me sucede.
Luis Campoy
Lo mejor: Javier Bardem, naturalmente, pero también
todo lo demás: fotografía, dirección
artística, montaje, sonido, maquillaje y peluquería…
Lo peor: el tema principal de la banda sonora,
compuesta por Zeltia Montes, es un plagio descaradísimo de “La
terminal” de John Williams
Calificación: 9 (sobre
10)
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