Cine actualidad/ “MIENTRAS DURE LA GUERRA”
La razón
de la sinrazón
En 1936, el insigne escritor y
filósofo vasco Miguel de Unamuno (autor, entre otras, de “Niebla” o “San Manuel Bueno,
mártir”) ejercía como rector vitalicio de la Universidad de Salamanca. Desencantado del devenir del gobierno republicano
al que en principio había apoyado, Unamuno no vio con malos ojos el golpe de
estado del 18 de julio, que supuso de facto la instauración de una autoridad
militar que supuestamente iba a limitarse a restaurar el “orden natural de las
cosas”. Sin embargo, tardó muy poco en
darse cuenta de que los sublevados habían desencadenado una tormenta de atrocidades
incluso superiores a las que pretendían erradicar, por lo que, en un histórico
discurso pronunciado en el paraninfo de la universidad el día 12 de octubre,
legó al mundo el lema que desacredita para siempre a quienes pretenden imponer
su razón utilizando la fuerza: “Venceréis pero no convenceréis”.
Alejandro Amenábar (Santiago de Chile, 1972) llevaba 11 años sin
rodar una película en España, concretamente desde que “Agora” se convirtiera en la película más cara producida en nuestro
país. Después de la muy decepcionante “Regresión” (2015), no era muy difícil
que el anuncio de un nuevo proyecto ambientado en nuestra Guerra Civil concitase
la atención de los espectadores, quienes, en apenas dos semanas de exhibición,
se han dejado en taquilla la bonita cifra de 3,2 millones de euros.
Desde que se supo que Amenábar
pretendía narrar en su octavo largometraje los primeros días del golpe de
Estado de 1936 y cómo ello afectó a un intelectual como Miguel de Unamuno, se fueron
sucediendo diversas manifestaciones a favor y sobre todo en contra del
proyecto, dados el conocido posicionamiento político e incluso la orientación
sexual del realizador. Sin embargo, una
vez vista la película, sorprende poderosamente que en el montaje final se ha
pretendido la equidistancia y el respeto formal a los dos bandos en conflicto, a
pesar de que, según avanza la trama, se acaba imponiendo la visión ya conocida
que el cine patrio de las últimas décadas ha venido emitiendo de manera tópica
y estandarizada. Con todo, las muchas
dudas y vaivenes ideológicos que asolan a Unamuno (incluso suavizadas en el
film) hacen que el teórico protagonista necesite como contrapunto a las figuras
inesperadamente bien tratadas de Franco y Millán Astray.
Aun asumiendo que una película
española producida a partir de la muerte del dictador no puede ofrecer una
imagen positiva de éste y sus correligionarios, hay que reconocer que en contraposición
a un Unamuno contradictorio y vacilante, el Franco a cargo de Santi Prego y, sobre todo, el Millán
Astray al que da vida el estupendo Eduard
Fernández están presentados con indudable mesura y hasta mimo. Cuesta muy poco imaginar a un Franco en los
albores de su mandato tan comedido y dialogante como el que encarna Prego, y,
en cuanto al mutilado fundador de la Legíón, Amenábar, intencionadamente o sin
pretenderlo, logra caracterizar a un villano absolutamente apasionante y carismático.
Por lo demás, ni que decir tiene
que Karra Elejalde realiza una
interpretación asombrosa y sobresaliente (el actor totalmente desaparecido en
el personaje), que la fotografía y la ambientación son extraordinarias, que
Amenábar no desentona en su poco reconocida labor como compositor y que la dirección
de actores (esas secuencias que transcurren en la casa de Unamuno) roza a veces
la perfección.
Películas como “Mientras dure la guerra” (título que
proviene de la prevista temporalidad de Franco como Jefe del Estado) me parece
que siguen siendo necesarias aquí y ahora, para que recordemos lo que fuimos y
pensemos en lo que somos y en lo que (no) queremos ser. Cada vez que alguien decide recurrir a
cualquier forma de violencia para imponer su forma de pensar, estamos
retrocediendo un peldaño en nuestra evolución como seres racionales.
Luis Campoy
Lo mejor:
Karra Elejalde y Eduard Fernández
Lo peor: algunos momentos que, pretendiendo ser
emotivos, rozan la fina línea de lo ridículo
El cruce:
“Ay, Carmela” + “La lengua de las mariposas”
Calificación: 7,5 (sobre 10)
Comentarios