Cine actualidad/ “IT, CAPITULO 2”


Vuelve la coulrofobia

Hace dos años, la adaptación cinematográfica de parte de la magistral novela de Stephen King, “It (Eso)”, dirigida por el argentino Andrés “Andy” Muschietti (1973), se convirtió nada menos que en la película de terror más taquillera de toda la Historia del Cine.  Partiendo de esa premisa, y dado que, como digo, todavía quedaba casi la mitad del libro por llevar a la pantalla, los productores no dudaron en encargar a Muschietti la realización de una secuela, que exactamente veinticuatro meses después llega a nuestras pantallas.

Veintisiete años han transcurrido desde que los niños que formaban el “Club de los Perdedores” creyeron haber vencido a la diabólica amenaza que, con el aspecto de un payaso, había asolado la pequeña localidad de Derry.  Sin embargo, la reiteración de una serie de muertes y desapariciones les hacen comprender que el Mal sólo estaba aletargado y que es necesario que vuelvan a reunirse si quieren hacerle frente…

Quizá la razón más evidente por la que la primera “It” de 2017 obtuvo el desmesurado éxito del que gozó fuese su estimulante colección de sustos, algunos de ellos bastante crueles y traumáticos, pero para mi lo más sobresaliente fue el mayúsculo acierto en la elección y dirección de los actores infantiles, todos ellos encantadores y creíbles y alguno incluso excelente.  Como quiera que la continuación transcurre casi tres décadas después, lo que ahora correspondía era narrar la historia de los mismos personales pero ya adultos, para lo que se ha tenido que realizado un casting a la inversa (cuando se representa a un personaje en diferentes edades, lo primero que se elige es al actor adulto, y, basándose en sus rasgos, se selecciona al respectivo actor infantil), del cual deviene un reparto extraño y no del todo compacto.  Quienes dan vida a los Perdedores maduros más secundarios (Bill Hader/Richie, James Ransone/Eddie, Jay Ryan/Ben, Isaiah Mustafa/Mike o Andy Bean/Stan) cumplen bastante bien en general y no desentonan demasiado, pero los nombres más llamativos del reparto, los que debían resultar atractivos para el gran público, los que debían liderar el elenco, me dejaron muy mal sabor de boca.  James McAvoy resulta un Bill muy descafeínado (como si McAvoy se hubiese quedado sin un ápice de su talento tras sus dos magistrales encarnaciones de La Bestia en “Múltiple” y “Glass” y se limitase a gesticular con el piloto automático puesto) y, sobre todo, Jessica Chastain (quien fue elegida simplemente por ser pelirroja) me parece totalmente perdida y carente del atractivo que sí desplegaba la adolescente Sophia Lillis en su composición de la joven Beverly.  Confieso que vi tan sosos e inadecuados a McAvoy y Chastain que eso me condicionó toda la película.

El paso de la niñez a la edad adulta no siempre es sencillo y en el camino se pierde mucha frescura y alegría;  eso es exactamente lo que sucedido entre “It” e “It, Capítulo 2”, cuyo tono es más triste y desencantado, lo cual se traduce en la existencia de no pocas escenas que se notan de relleno (para espaciar los tiempos entre susto y susto).  Pienso en el primer encuentro en el restaurante chino y posteriormente en un par de secuencias localizadas en el hotel donde todos los protagonistas se hospedan, y casi me sonrojo ante los diálogos sin chispa y las interpretaciones notoriamente desganadas (hasta añoré con simpatía la vieja versión televisiva de 1990).  Pero, afortunadamente, cuando vuelve a aparecer el sorprendente Bill Skarsgard interpretando al ominoso payaso Pennywise, la cinta da un vuelco cualitativo y el director Muschietti consigue cautivarnos con la planificación de algunas escenas que vuelven a ser icónicas y que creo resultarán inolvidables.  Por ejemplo, la que transcurre en el laberinto de espejos del parque de atracciones y, sobre todo, el momento en que una pobre chiquilla con una mancha en la cara descubre la inmensa maldad e inhumanidad que inundan el negro corazón del villano de tez blanquecina;  sólo ya por esos y otros retazos de virtuosismo, “It, Capítulo 2” merece la pena.

Por lo demás, y teniendo que hacer una puntualización sobre que las investigaciones acerca del origen de Pennywise y su conexión con antiguas leyendas indígenas podrían haberse obviado y así la duración y el ritmo del film hubiesen mejorado bastante, he de reconocer que, aunque la primera entrega me parece bastante superior, la continuación de “It” resulta bastante digna y, a ratos, da tanto miedo como la primera.

Luis Campoy

Lo mejor:  el acierto en la elección de algunos de los actores que interpretan a los perdedores adultos (con Bill Hader y James Ransone a la cabeza);  la aparición del novelista Stephen King, simplemente apoteósica
Lo peor:  las insípidas interpretaciones de James McAvoy y Jessica Chastain,  las absurdas e innecesarias explicaciones acerca de la naturaleza del villano
El cruce:  It” (2017) + “It” (1990) + “Poltergeist
Calificación:  6,5 (sobre 10)

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