Cine actualidad/ “SPIDERMAN: LEJOS DE CASA”
Las
peripecias europeas de un Hombre Araña adolescente
Lo primero que hizo Marvel cuando recuperó los derechos
cinematográficos de su personaje insignia, Spiderman,
fue convertirle en discípulo de Tony Stark/Iron Man en la mastodóntica “Capitán América: Civil War” (2016), tomando
partido por el bando de Stark en la contienda que dividió en dos facciones
¿irreconciliables? a los poderosos Vengadores.
Es decir, antes de disponer de su primera aventura en solitario, el nuevo
Hombre Araña a cargo del joven actor Tom
Holland (18 años cuando se enfundó por primera vez las mallas rojas y azules)
se reveló como un chaval nervioso y juguetón ansioso por unirse al equipo superheroico
de moda. Cuando por fin se estrenó su
debut como protagonista, “Spiderman:
Homecoming” (2017), muchos la aplaudieron gozosos por su ligereza y
comicidad, mientras que los más veteranos del lugar criticamos la evidente
infidelidad con respecto a ciertos rasgos del personaje en su versión
comiquera. No sólo se le desposeía de su
principal motivación (la responsabilidad y el sentimiento de culpa tras la
muerte de su tío Ben, a quien ni siquiera se mencionaba) y se traicionaba su
idiosincrasia eminentemente individualista (el chico se pasaba todo el film
suplicando ser admitido como Vengador de pleno derecho), sino que se adulteraba
la naturaleza de su aplaudido elenco de secundarios: su tía May pasaba de ser una venerable
anciana de cabellos de plata a una cuarentona escultural y sexy; su primer amor, Liz Allan, cambiaba de raza
alegremente (de blanca a negra), lo mismo que Ned Leeds (de blanco a asiático)
o Flash Thompson (de blanco a hindú), por no mencionar a MJ (iniciales,
evidentemente, de la pelirroja Mary Jane), quien se convertía en… olvidadlo, soy incapaz de determinar a qué
etnia pertenece la pizpireta Zendaya. O sea, donde muchos vieron acción, aventura y
romance juvenil en la línea de John Hughes, otros vimos irreverencia, falta de
respeto y banalización del héroe junto al que habíamos crecido.
“Spiderman: Lejos de casa” es la segunda película en la que el nuevo
arácnido titular tiene ocasión de erigirse en protagonista absoluto, después de
haber aparecido en “Vengadores. Intinity
War” (2018) y “Vengadores: Endgame”
(2019). En esta última, y, como ya todos
debéis saber, Iron Man moría heroicamente tratando de salvar al Universo, de
forma que “Lejos de casa” nos
presenta a un Peter Parker/Spiderman algo más maduro pero también necesitado de
vincularse a una nueva figura paterna.
Es por ello que se siente identificado con un tal Mysterio, un visitante
de otra dimensión a quien conoce cuando está de viaje junto a sus compañeros del
Instituto a través de la vieja Europa.
Tengo que admitir que, una vez
asumido que este Spiderman no es totalmente fiel al de los comics de mi niñez,
la verdad es que “Lejos de casa” me
entretuvo y me agradó bastante (bueno, también es verdad que, por
circunstancias de mi vida, necesitaba una diversión de estas características). Hay que reconocer que Tom Holland cumple a la
perfección (si obviamos el atiplado y chillón doblaje español) y que las
apariciones de Mysterio (enorme Jake
Gyllenhaal) están exquisitamente visualizadas y escenificadas. El alivio cómico que suponen sus peripecias
académico/turísticas está bien integrado en la trama y el romance con MJ (a
pesar de que no puedo con Zendaya, por más que lo intento) inspira afecto y
ternura y resulta por fin creíble.
Además, las localizaciones europeas (Venecia, Praga, Londres…) están
exquisitamente recreadas y la mayoría de los efectos visuales (¿por qué algunos
movimientos de Spiderman siguen cantando a ordenador barato?) son una maravilla.
*SPOILER*
En cuanto al villano, cualquier
lector de los comics o conocedor de la serie televisiva de los 90 sabía
perfectamente que Mysterio (¡cuánto me alegra que se haya mantenido su estética
camp, con ese traje ajustado, enorme capa y una pecera en la cabeza!) no era
sino un manipulador y embaucador, dueño de una tecnología capaz de confundir al
más pintado; las fantásticas
alucinaciones que provoca en Spiderman son, con mucho, lo mejor de esta película
en la que la guinda en el pastel la aporta el retorno del carismático J.K.
Simmons recuperando su papel de J. Jonah Jameson que ya interpretara en la
trilogía de Sam Raimi/Tobey Maguire.
*FIN DEL SPOILER*
Punto y final a la llamada “Fase
3” del Universo Cinematográfico de Marvel (MCU), “Spiderman: Lejos de casa” combina el comic superheroico con el espíritu
trotamundos de las películas de James Bond (pensé en “Moonraker” o “Casino Royale”),
al tiempo que resulta lo suficientemente intrascendente como para que incluso
los detractores de las historietas puedan disfrutarla sin pensar en nada más
que en la simple evasión.
Luis Campoy
Lo mejor
Tom Holland, las alucinaciones oníricas, los escenarios europeos, el
romance entre Peter y MJ
Lo peor:
las licencias que se continúa tomando con respecto al comic original
El cruce: “Spiderman“ + “Moonraker” + “Top Secret!”
Calificación: 8
(sobre 10)
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