Cine actualidad/ “ALITA, ANGEL DE COMBATE”
Yo fui un cyborg adolescente
A menudo envidio la facilidad que tienen algunos amigos para sumergirse en una película (casi siempre, de ciencia ficción) y simplemente dejarse llevar: permitirse ser introducidos en un mundo de fantasía, involucrarse tanto en la trama que, más que presenciar los hechos narrados, son casi partícipes de ellos. A mí eso no me sucede casi nunca, por más que lo intento; sin poder evitarlo, veo o escucho algo que me descoloca y, mientras el argumento avanza, yo he seguido mirando desde fuera, pero no participando en el meollo. En el caso de “Alita, Angel de Combate”, me encontré con un hándicap que me resultó insalvable: los ojos de la protagonista.
Basado en un manga de Yukito Kishiro titulado originalmente “GUNNM”, “Alita” era un proyecto largamente acariciado por el director James Cameron, pero la obsesiva vinculación de éste con las tropecientas secuelas de “Avatar” le impidió hacerse cargo de ella, de modo que contrató al director mexicano Robert Rodriguez para dirigirla. Rodriguez ha sabido crear un entorno futurista precioso y ominoso a partes iguales, una distopía robótica visualmente fascinante. Christoph Waltz, Jennifer Connelly y el recién oscarizado Mahershala Ali acompañan en el reparto a la protagonista Rosa Salazar, cuyos ojos han sido agrandados digitalmente para parecerse a los del manga en que se basa. A mí, la sensación de irrealidad ante esa mirada hiperdesarrollada me impidió empatizar con la joven cyborg, pero soy consciente de que para mucha otra gente, ése no ha sido un obstáculo ni mucho insalvable.
Luis Campoy
Lo mejor: el diseño de producción, los efectos visuales
Lo peor: desde mi punto de vista, los enormes ojos de la protagonista
El cruce: “Ghost In The Shell” + “Mortal Engines” + “Terminator 2”
Calificación: 7,5 (sobre 10)
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