PÍLDORAS DE CINE (Marzo 2017)
¡Menuda semanita! Cuando aún no se han apagado del todo los ecos
del séptimo Oscar endosado por error a "La La Land”, ahora toca enfrentarse a un
psicópata al que ni la lluvia le lava la mala conciencia, a un superhéroe en la
recta final de sus heroicidades o a un adolescente mujeriego que lleva a su pobre
tío por el camino de la amargura. Son
nuestras ¡píldoras de cine!
“EL GUARDIÁN INVISIBLE”
Adaptación de la novela homónima
de Dolores Redondo, “El guardián invisible” es la nueva película de Fernando González
Molina, autor de “Palmeras en la nieve”.
En esta ocasión, el escenario no puede ser más opuesto al de “Palmeras…”: por obra y gracia del cine, la acción se
traslada de la soleada Guinea Ecuatorial a la muy pluviosa Navarra. En el misterioso valle del Baftán, un
psicópata se dedica a asesinar niñas (bueno, seamos precisos: adolescentes) siguiendo unos patrones de
conducta que llaman la atención de la inspectora de la Policía Foral, Amaia Salazar,
natural de esa misma zona…. No he leído
(todavía) la novela en cuestión, pero
admito que la película ha suscitado mi atención, en base a unas bellísimas localizaciones, una fotografía excelente y unos personajes que se antojan muy
reales. Marta Etura encabeza con
solvencia un reparto en el que conviven algunas interpretaciones sobresalientes
(Elvira Mínguez, Francesc Orella) con otras más bien mediocres (Carlos Librado),
al servicio de una historia en la que lo que se narra en flashbacks (la
protagonista siendo maltratada por su madre) adquiere casi más interés que la
trama principal, afectada ésta por no pocos detalles de planificación que
remiten a “El silencio de los corderos” de Jonathan Demme o a “Se7en” de David
Fincher. Por si faltaba algo, incluso al
final la película se ha visto beneficiada por esa estúpida polémica en torno a
la participación de la actriz Miren Gaztáñaga en cierto programa de la ETB, lo cual ha redundado en un intento
de boicot que al parecer, y por fortuna, ha tenido el efecto contrario.
Calificación: 7 (sobre 10)
“LOGAN”
En 1999, durante el rodaje de “X-Men”,
el actor australiano Hugh Jackman se calzó por vez primera las patillas y las
garras de adamantium del héroe de Marvel Comics Lobezno, siendo, con mucho, el
más beneficiado por el éxito de aquel film.
18 años después, y tras múltiples apariciones como el fiero mutante
canadiense, Jackman anuncia que “Logan” será su despedida de la franquicia,
anuncio que, a juzgar por la taquilla cosechada, ha sido acogido con apasionamiento
por los fans. Adaptación de la miniserie
“El viejo Logan”, creada por Mark Millar (guión) y Steve McNiven (dibujo), “Logan”,
la película, nos presenta un futuro alternativo en el que los superhéroes y la
mayoría de los mutantes han desaparecido, quedando nuestro protagonista
relegado al rol de simple conductor de limousinas. Sin embargo, la aparición de una niña con
fantásticos poderes hará que Logan se replantée de nuevo su existencia, lo cual
implica que sus garras volverán a teñirse de sangre… El director James Mangold, que ya firmase la
anterior aventura de Lobezno en solitario, “Lobezno inmortal”, repite detrás de
las cámaras, y lo hace siguiendo el patrón que ya encumbró a su colega Tim
Miller en “Deadpool”: violencia salvaje
y brutal, en ocasiones ejercida por niños e incluso sobre niños, lo que le
proporciona al producto un aire valiente y transgresor. Además, el entorno postapocalíptico remite
una y otra vez a ese Oeste sucio y polvoriento que escenificaban las películas
de “Mad Max”, componiendo un cocktail atípico si lo comparamos con el resto de
las adaptaciones comiqueras al uso. Muy
bien, como siempre, Hugh Jackman y el veterano Patrick Stewart, secundados por
la niña de ascendencia española Dafne Keen y un ascendente Boyd Holbrook,
destinado a llegar muy alto en la galaxia cinematográfica. El viejo Logan entona finalmente su canto de
cisne… ¡viva Logan!.
Calificación: 7,5 (sobre 10)
“MANCHESTER FRENTE AL MAR”
Posiblemente, los Oscar menos
cuestionados de este año (Guión Original y Actor protagonista) han servido para
encumbrar a esta sencilla producción (8,5 millones de dólares de presupuesto),
escrita y dirigida por Kenneth Lonergan.
“Manchester frente al mar” no transcurre en la célebre ciudad británica
donde Pep Guardiola y José Mourinho parecen haber aplacado su vieja rivalidad,
sino en una localidad homónima situada en el estado de New Hampshire, USA, a
donde un hombre solitario debe regresar para hacerse cargo de la custodia de su
sobrino adolescente tras la muerte de su hermano. Como he dicho antes, los mayores alicientes
de “Manchester frente al mar” son su historia y la interpretación de su
protagonista, Casey Affleck. El
hermanísimo del último Batman se luce dando vida a un personaje dolorido e
introvertido, en una composición que, para variar, no abusa de histrionismos ni
se recrea en la exposición de taras físicas o mentales. Eso sí, los méritos de Affleck se han visto
empañados al revelarse ciertos detalles oscuros de su pasado (un episodio de
violencia machista no lo suficientemente probado, pero que le acompañará
durante mucho tiempo), razón por la cual el director del film ha salido
públicamente en su defensa. Con todo, me
parece más lograda la labor del citado Kenneth Lonergan como escritor que como
realizador, ya que, si bien la historia se engalana con excelentes diálogos y
carismáticos personajes, la realización adolece de una morosidad que me parece
innecesaria: prácticamente todas las
escenas se prolongan uno o dos minutos más de lo preciso, con lo cual la
película acaba sobrepasando las dos horas de metraje que, de haberse reducido,
podrían haber sido más y mejor disfrutadas.
Calificación: 8 (sobre 10)
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