Cine actualidad/ "EL RENACIDO"
Dakota del Norte, 1820. Una partida de tramperos es atacada por los
indios arikaras y sólo unos pocos logran sobrevivir. El explorador Hugh Glass, el mejor conocedor
del terreno, resulta más tarde herido por un enorme oso grizzly, quedando
moribundo. Abandonado a su suerte, Glass
deberá luchar por su vida en un ambiente inhóspito en el que la supervivencia
es un reto casi insuperable…
La increíble odisea verídica del
trampero y explorador Hugh Glass (1780-1833) ya había sido llevada al cine en
1971 por Richard C. Sarafian con el título de “El hombre de una tierra salvaje”,
si bien el protagonista que encarnaba Richard Harris allí se llamaba Zachary
Bass, debido a problemas legales con los herederos. Sin embargo, en 2002 se publicaba el libro “The
Revenant: A Novel of Revenge”, escrito
por Michael Punke y que ha sido inspiración directa para el film recién
estrenado en nuestro país. Dirigido por
Alejandro G. Iñárritu, “El renacido” relata, no sin ciertas “licencias
creativas” la increíble historia de Glass, quien, gravísimamente herido, pudo sobrevivir
y reponerse merced a uno de los instintos más primarios y demoledores que
existen: el deseo de venganza. Aquellos quienes le dejaron solo y a merced
de la Naturaleza y los indios, iban a pagar por ello, vaya que si iban a pagar…
Tras su espléndida “Birdman”
(triunfadora en los Oscars de 2015), el mexicano Alejandro González Iñárritu
nos vuelve a traer otra película fascinante que también se perfila como
favorita para los premios de la Academia de este año. La poderosa historia que narra, la fotografía
de Emmanuel Lubezki y la presencia de Leonardo Di Caprio son unos reclamos a
los que un buen cinéfilo no sabrá o no podrá resistirse.
A pesar de que había leído
numerosas críticas, no estaba preparado para el aluvión de imágenes
sobrecogedoramente bellas que ofrece “El renacido” en sus primeros
minutos. De hecho, y no por casualidad,
durante un rato estuve equiparando mentalmente el arranque “El renacido” con
otro de los más poderosos que se me ocurren, el de “Salvar al soldado Ryan” de
Steven Spielberg. Los paisajes, los
encuadres y la música de Ryuichi Sakamoto (qué feliz recuperación) te dejan con
la boca abierta y los sentidos extasiados.
La interpretación de Leonardo Di Caprio es extraordinaria y conmueve al
más pintado. Luego, conforme va avanzando
la historia, admito que surgen algunas dudas (la sucesión de desdichas y avatares
que le acontecen a Glass/Di Caprio y, sobre todo, lo pronto y
satisfactoriamente que se va recuperando de todos ellos revelan una
constitución no ya de hierro… sino de
acero, pues ni el propio Superman sanaría tan rápido), y llegado el desenlace,
lo primario y vulgar de éste no me satisfizo como hubiera deseado. Pero, a pesar de lo increíble de muchas
situaciones (ni las terribles heridas, ni la naturaleza más salvaje, ni los indios,
ni el frío ni la nieve consiguen ralentizar el avance del héroe), no pude
evitar que la visceral belleza antes mencionada dejase de conmocionarme ni por
un instante.
No es perfecta, pero tampoco
tenía que serlo. “El renacido”, gracias
a un trabajo sensacional de Leonardo DiCaprio (y del secundario Tom Hardy, no
lo olvidemos), a la briosa puesta en escena de Iñárritu y, sobre todo, a la
fascinante, magistral cinematografía de Emmanuel Lubezki, constituye otro de
esos hitos que nos recuerdan qué es y para qué sirve el Cine, una obra de arte
visual que merece y debe ser admirada.
Luis Campoy
Lo mejor:
la fotografía, Di Caprio, la música, el sonido, los paisajes
Lo peor:
lo inverosímil de de tanta sucesión de desdichas y tan rápida superación
El cruce:
“El hombre de una tierra salvaje” + “Las aventuras de Jeremiah Johnson”
+ “Gladiator”
Calificación. 9 (sobre 10)
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