Cine actualidad/ "EL PUENTE DE LOS ESPÍAS"
Qué
fría es la guerra fría…
Diríase que hemos regresado a la
década de los 70… concretamente a 1977. Aquel año, George Lucas presentaba su gloriosa
“La Guerra de las Galaxias”, en tanto que su colega Steven Spielberg estrenaba la
injustamente olvidada “Encuentros en la tercera fase”. Treinta y ocho años después, Lucas vuelve a
la carga con el séptimo episodio de la saga “Star Wars” (si bien es cierto que
no lo dirige ni produce, al haber vendido los derechos de su criatura a la
todopoderosa Disney), mientras que Spielberg nos trae su penúltimo film, “El
puente de los espías”.
Estados Unidos, 1957. En plena Guerra Fría, un espía soviético
encubierto es detenido y su defensa encomendada, por pura corrección política,
a un abogado especializado en seguros, cuya existencia, no obstante, se verá
bruscamente alterada, al considerar sus conciudadanos que está protegiendo a un
enemigo de América. Cuando un piloto
norteamericano es derribado tras el Telón de Acero, la posibilidad de realizar
un intercambio se antojará la opción más conveniente para ambas partes…
Ya he comentado alguna vez el
trato injusto que han venido recibiendo los últimos estrenos de Steven
Spielberg, quien, no lo olvidemos, es no sólo el realizador/productor más exitoso de Hollywood, sino además uno de
los mejores director en activo. A los 68
años, Spielberg se merece un respeto que casi nunca se le confiere, y sus
películas no sólo no gozan de la promoción necesaria, sino que su nombre
aparece en caracteres tan diminutos en los carteles, que hay que utilizar una
lupa para apreciarlo. El caso es que el
genio de Cincinatti sigue en activo (este año ha rodado no una sino dos
películas), y la comunidad cinematográfica estadounidense continúa pugnando por
trabajar con él. Para “El puente de los
espías”, el creador de “E.T.” se ha basado en un guión original de Matt Charman
que posteriormente han revisado los famosos Hermanos Coen. No es la primera vez que don Steven nos narra
sucesos reales (recordemos “Salvar al soldado Ryan”, “La Lista de Schindler”, “Munich”
o la reciente “Lincoln”), pero su forma de concebir el cine hace que hasta a
una historia intimista le aplique su toque espectacular e inconfundible.
Nuevamente con dirección de fotografía
del polaco Janusz Kaminski, el aspecto visual de “El puente de los espías” se
merece todos mis loas y parabienes. El modo
en que retrata la luminosidad natural (a veces hasta extremos tan arriesgados
como bellos) parece remitir a un estilo de cine que ya no se lleva, a una época
en la que todo era más puro y auténtico.
El vestuario y la dirección artística no le andan a la zaga, y la banda
sonora de Thomas Newman (que sustituye al habitual John Williams, ocupado con
la nueva entrega de “Star Wars”) es un digno acompañamiento sonoro. En la parte actoral, Spielberg y Tom Hanks
repiten juntos una vez más, y Hanks se convierte en el heredero directo del
James Stewart de “Caballero sin espada”, el garante de la honestidad y la
dignidad frente al miedo y la intolerancia.
El poco conocido Mark Rylance realiza un papelón encarnando al espía
soviético, conciso en los gestos y en las palabras pero preciso en las miradas
que le definen.
Amo el cine de Steven Spielberg y
me encantaría poder decir que esta película es la culminación de su arte, una
obra maestra inigualable. Mas afirmarlo
sería una exageración. “El puente de los
espías” es una buena película, inteligente y emotiva, narrada con un punto de
grandilocuencia y que se beneficia de un encomiable sentido del humor que
aparece en los momentos más insospechados.
Con todo, no pretende ser la mirada definitiva sobre la Guerra fría ni
sobre el subgénero de espionaje, y yo diría que adolece de cierta frialdad, de
una asepsia desapasionada que acaba contagiando al espectador.
Luis Campoy
Lo mejor: la sensacional fotografía de Janusz
Kaminski
Lo peor:
la (innecesaria) escena del accidente aéreo, risible y ridícula
El cruce:
“Topaz” + “Operación UNCLE”
Calificación: 8 (sobre 10)
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