Cine actualidad/ "ANACLETO, AGENTE SECRETO"
Cutrebond
a la española
No recuerdo haber comprado jamás
un comic de Anacleto en solitario, pero solía leer sus aventuras en aquellos
entrañables contenedores que, bajo títulos como “Pulgarcito” o “DDT”, publicaba
la añorada editorial Bruguera. Anacleto
era de Vázquez, pero confieso que a mí me gustaban más Mortadelo y Filemón de
Ibáñez, que de ésos si tenía tomos completos que todavía atesoro con
cariño. Pese a todo, recuerdo aquel
flequillo negro y desafiante, el smoking jamesbondiano y el perpetuo cigarrillo
en la boca, signos de identidad de un agente secreto deliberamente cutre.
En un momento en que las
adaptaciones al cine de personajes de historieta están más de moda que nunca,
es de agradecer que a alguien se le haya ocurrido vestir de largo a algunos de
nuestros más entrañables héroes de papel.
Sin embargo, la historia que nos trae el director y guionista Jesús Ruiz
Caldera no es una historia más al uso, sino que imita el concepto de la también
reciente “Ant-Man” y lo que nos narra es un relevo generacional: el de un Anacleto sexagenario a su hijo
treintaañero. Los tiempos cambian, pero
el concepto se mantiene… y los
archienemigos también. Después de tres
décadas en una lóbrega prisión, el malvado criminal conocido simplemente como
Vázquez logra escapar, y sólo el carismático y más secreto agente será capaz de
detenerle…
Siguiendo la estela de las varias
adaptaciones de las que han gozado los mencionados Mortadelo y Filemón, el
traslado a la pantalla de Anacleto se produce manteniendo el humor absurdo y
alocado de los tebeos, pero añadiendo unos efectos visuales de relumbrón. El propio Manuel Vázquez dijo una vez que,
aunque el público pensaba que la inspiración de su Anacleto procedía de los
films de James Bond, el modelo que él tenía en la cabeza era la serie
televisiva “El Superagente 86”, y para el salto al cine parece indiscutible que
Ruiz Caldera ha querido aproximarse a la violencia excesiva pero con un punto
de humor de “Kingsman”. Ahora bien, y muy
a mi pesar, tengo que decir que a veces las intenciones se quedan a medio
camino de los logros, y en este caso me temo que las ambiciones del director
debieron ser mucho más elevadas de lo que finalmente nos presenta. Para empezar, se acusan demasiado las lógicas
limitaciones presupuestarias, y ni siquiera los más o menos imaginativos emplazamientos
de cámara pueden disimularlo. Es como si
el cutrerío tonal que se presuponía se hubiera desbordado y hubiese inundado
todos los ámbitos del film, mas no deliberadamente. Por otra parte, el guión en sí equivoca el
eje sobre el que debería haber basculado:
aunque el joven Quim Gutiérrez está correcto como el despistado Adolfo,
quien atrae la atención del espectador en cada plano en el que aparece es el
magnífico Imanol Arias, y cada vez que él no está presente, el film pierde
fuelle irremisiblemente; seguro que quienes
vieron “Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal” me entenderán perfectamente. El resto de intérpretes también tienen alguna
que otra oportunidad de lucimiento, como un sobreactuado Berto Romero, una
insípida Alexandra Jiménez, un desaprovechado Emilio Gutiérrez Caba o un
inadecuado Carlos Areces (hubiera hecho falta un actor con mucho más carisma
para hacer frente al fenómeno Arias).
Tenía muchísimas ganas de ver la
película, pero, como sucede a menudo, cuanto más altas son las expectativas,
más doloroso es el chasco. De “Anacleto”,
lo mejor estaba en sus dos excelentes trailers, y lo demás, sin ser del todo
desdeñable, sencillamente no está a la altura de esas hilarantes
set-pieces. En cualquier caso, nos
hallamos ante un producto superior a algunos “Torrentes” y esperemos que con
más continuidad que “Zipi y Zape y el Club de la Canica”.
Luis Campoy
Lo mejor:
de calle, Imanol Arias
Lo peor:
haber empezado la saga de cine con un Anacleto pre-jubilado
El cruce:
“Mortadelo y Filemón” + “Kingsman” + “007: Alta Tensión”
Calificación: 6 (sobre 10)
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