Cine actualidad/ "TOMORROWLAND"
El valenciano mundo del mañana
Luis Campoy
Lo mejor: sus dos jóvenes actrices, Raffey Cassidy y, especialmente, Britt Robertson; la música de Michael Giacchino
Lo peor: su exceso de pretensiones, su duración excesiva… y el desagradable personaje de Hugh Laurie
El cruce: “El Destino de Jupiter + “Rocketeer” + “Guardianes de la Galaxia”
Calificación: 7 (sobre 10)
A diferencia de Peter Pan (y más adelante Michael Jackson), que vivía en la idílica Neverland (El País de Nunca Jamás), los protagonistas de la última aventura disneyana viven o pretenden vivir en un lugar un poco más accesible: Tomorrowland (La Tierra del Mañana). Y es que, siendo optimistas, el mañana está más cerca que el nunca-jamás, ¿o no…?
En el lejano 1966, un inquieto inventor juvenil visita la Feria Mundial de Nueva York. Su inocente entusiasmo cautivará a una misteriosa niña cuya misión es reclutar a personas dispuestas a vivir sus sueños hasta las últimas consecuencias…
Hace ya casi dos años, el equipo de “Tomorrowland” visitó España, más concretamente Valencia, para rodar algunas escenas en la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Con el ya no tan glamouroso George Clooney a la cabeza, revolucionaron la capital del Turia y disfrutaron del buen tiempo y la paella. Precisamente se filmaron allí algunas de las secuencias futuristas que acontecen al principio y al final del film, lo que nos da una idea de la fama y el prestigio de los que goza allende nuestras fronteras la creación de Santiago Calatrava. Con Valencia como paradigma de la modernidad, Brad Bird ha rodado una extraña película que pretende mezclar mucho y abarcar demasiado… y quizás por ello se queda a mitad de camino de todo.
Brad Bird, que fue el celebrado realizador de aquel estupendo espectáculo de animación que fue “Los Increíbles” lo intenta de nuevo en el terreno de la imagen real, después de lograr un entretenimiento aceptable con “Misión Imposible: Protocolo Fantasma”. El proyecto de “Tomorrowland” venía de casi una década atrás, de cuando Damon Lindelof (guionista de la serie “Perdidos”) comenzó a ofrecerlo a los ejecutivos de Disney, quienes disponen de una zona así denominada en algunos de sus parques temáticos. Con esta historia que oscila entre lo retro y lo posmoderno, entre el intimismo y la aparatosidad de los efectos visuales, Bird acomete la que es su producción más ambiciosa, al menos a efectos de presupuesto. Es precisamente la evidente obligación de que la recaudación superase con creces la inversión realizada lo que está generando la impresión (más bien errónea) de que “Tomorrowland” ha constituído un fracaso en toda regla.
Pero sería injusto catalogar a esta imaginativa película de batacazo, traspiés o decepción. De hecho, cuando la ví ayer me quedé gratamente sorprendido, puesto que sus ambiguos trailers no aventuraban nada bueno. Por el contrario, me encontré con unas dosis inesperadas de emoción, con un exquisito trabajo de dirección de actores y con una fulgurante promesa interpretativa: Britt Robertson. Robertson, curtida sobre todo en la televisión, engrandece el film en cada plano en el que aparece, aportando dosis masivas de talento (y de belleza, todo hay que decirlo). También habría que ponderar la aparición de otra joven actriz, Raffey Cassidy, de sólo 12 años, en un difícil papel que le exige aunar ternura, ingenuidad, sabiduría y mucha fisicidad. Ni que decir tiene que George Clooney y el muy antipático Hugh “House” Laurie (especialmente este último) ejercen apenas de secundarios, eclipsados por sus juveniles partenaires.
Si “Tomorrowland” fuese más corta, si fuese un poco más simple y si sus efectos visuales no pretendiesen en todo momento dejar boquiabierto al espectador, estaríamos hablando de una película soberbia. Pero incluso siendo tal y como es, me encantaron sus pequeños detalles, la complicidad entre los tres personajes principales (esas miradas que lo dicen todo) y, sobre todo, esa nostalgia palpable de un tiempo pasado que ni siquiera la promesa de un futuro esplendoroso puede paliar.
Luis Campoy
Lo mejor: sus dos jóvenes actrices, Raffey Cassidy y, especialmente, Britt Robertson; la música de Michael Giacchino
Lo peor: su exceso de pretensiones, su duración excesiva… y el desagradable personaje de Hugh Laurie
El cruce: “El Destino de Jupiter + “Rocketeer” + “Guardianes de la Galaxia”
Calificación: 7 (sobre 10)
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