Cine actualidad: "THE AMAZING SPIDERMAN 2: El poder de Electro"
Es mi
héroe, pero…
Tuve que verla dos veces para
crearme una opinión más objetiva acerca de una película que parece que sólo
pretende complacer a los fans arácnidos….
de menos de 13 años…
Cuando hace dos años se estrenó
el prematuro “reboot” o reinicio de la franquicia de Spiderman, la mayoría de
la gente opinamos que era demasiado pronto para volver a contarnos
prácticamente lo mismo que ya nos sabíamos de memoria gracias a la trilogía de
Sam Raimi/Tobey Maguire. Esa sensación
de déjà vu, de algo viejo con apenas nuevos ropajes, se mantiene en esta
segunda entrega. Es cierto que los
actores cambian, que algunos personajes han variado, pero sigue pareciéndome
innecesario que en menos de una década se nos cuente por duplicado la historia
de un muchacho solitario bendecido/maldecido con un poder que le supera, y que
intenta controlar y encauzar en la buena dirección. Lo lógico y normal hubiera sido continuar la
saga allá donde se quedó “Spiderman 3”, con un Peter Parker cada vez más mayor
(¿acaso no envejecemos todos?), eso sí, mientras siguiera resultando mínimamente
creíble, dentro de lo in-creíble de la propuesta. Pero no:
los productores, con tal de no perder los derechos que, de no filmar
nuevas producciones, hubieran revertido a Marvel, optaron por recomenzar desde
cero… con un éxito relativo y discutible.
Me cuesta mucho desasociarme de
acérrimo fan del personaje (aún hoy, sigo comprando sus comics, religiosamente,
cada mes) a simple espectador que, sentado en una butaca, espera que le
sorprendan y entretengan. Tal vez si
fuera más neutral y menos spiderfan, tendría una visión más positiva de esta “The
Amazing Spiderman 2”, o bien, si me hallase en pleno estallido de la pubertad y
poseyese una mente más fácilmente impresionable, hasta podría haber babeado
durante las escenas más logradas (las de combates y peleas a granel). Pero ocurre que no pude evitar fijarme en los
muchos engranajes que chirrían (sobredosis de sensiblería, diálogos
sonrojantes, escenas bochornosas, irrupción del humor cuando menos bienvenido
es), por mucho que, en algunos planos, realmente Marc Webb consigue captar la
esencia de ese amistoso vecino neoyorquino que se balancea a velocidad de
vértigo por entre los gigantescos rascacielos.
Otro de los puntos flacos del
film es el mismo del que ya adoleciera la citada “Spiderman 3”: la absurda saturación de villanos, tres eran
tres con los que se enfrenta el héroe en una sola película. El Electro que da subtítulo al film es el
antagonista principal (y aun así, hacia el final se torna poco menos que en
comparsa), al Rino le despachan con una aparición caricaturesca, y el Duende
Verde (la némesis arácnida por excelencia) sólo dispone de veinte minutos para
justificar y explorar su locura y maldad.
Me parece una estupidez desperdiciar a estos tres personajes (quien
mucho abarca, poco aprieta), siendo verdaderamente lamentable lo del Duende,
uno de los mejores villanos de la historia del Noveno Arte.
Andrew Garfield, Emma Stone y
Sally Field repiten como, respectivamente, Peter Parker/Spiderman, Gwen Stacy y
la Tía May. Garfield, que está cerca de
los 31 años, es un buen Hombre Araña, plasma bien la compleja naturaleza del
héroe, pero empieza a resultar poco creíble como un chaval de 20 años. Las nuevas incorporaciones son Jamie Foxx
como Electro, Dane De Haan como Harry Osborn, Chris Cooper como su padre Norman
Osborn y Paul Giamatti como el Rino.
Mejor no mencionar más que de pasada a los horrendos Marton Csokas y
B.J. Novak, presentes en los peores momentos de una historia que,
paradójicamente, por su humor a ratos granguiñolesco, parece más de Sam Raimi
que las tres primeras andanadas de la ya pentalogía.
Luis Campoy
Lo mejor:
las escenas en las que aparece Spiderman
Lo peor:
las escenas en las que NO aparece Spiderman
El cruce:
“Spiderman 2” + “Spiderman 3” + “El Caballero Oscuro: La leyenda renace”
Calificación: 6 (sobre 10)
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