Cine actualidad/ "LA MEJOR OFERTA"
Arte
y falsificación
A pesar de tener como director al
muy prestigioso Giuseppe “Cinema Paradiso” Tornatore, “la mejor oferta” contó
en España con una distribución limitada y en ciudades como Lorca, donde yo vivo,
ni siquiera se estrenó. Este hándicap jugó
ayer en mi favor, pues me encontré ante una película prácticamente desconocida
y que, además, me sorprendió.
Virgil Oldman es un maduro
tasador y subastador de obras de arte que cree estar de vuelta de todo. Con la ayuda de un cómplice, lleva años
adquiriendo bajo cuerda un sinfín de cuadros que o bien ha tachado de falsificaciones
o ha adquirido a precios irrisorios. Hasta
que un día se tropieza con una enigmática heredera que dice padecer una extraña
enfermedad y que acaba provocando en él un malestar desconocido e
insospechado: el amor.
“La mejor oferta” arranca con una
puesta en escena grandiosa y exquisita, acompañada de una primorosa banda
sonora del ya octogenario Ennio Morricone.
Lo más llamativo es, no obstante, la magistral composición (otra más)
del estupendo Geoffrey Rush, en un papel de gran frialdad y precisión… al menos al principio. Luego, todo se tuerce para él. A medida que avanza la acción, van
introduciéndose en la trama elementos claramente hitchcockianos que llenan de
suspense lo que parecía un melodrama al uso.
Y, al final, todo se precipita hacia una dirección no por intuída menos
satisfactoria…
No esperaba yo de Tornatore un
tan rendido homenaje al “Mago del suspense”, pero lo recibo y lo aplaudo con
gozo indisimulado. A medida que iba
desarrollándose “La mejor oferta”, me iba enganchando más y más, y al final
acabó siendo una de las películas que más he disfrutado en muchos meses. Además de la dirección y de la música, la
culpa la tuvo ese guión tan imperfecto y que, sin embargo, te atrapa y no te
suelta hasta más allá del desenlace, y, sobre todo, las interpretaciones de los
actores. Geoffrey Rush es el motor de la
acción, pero el veterano Donald Sutherland y la desconocida Sylvia Hoeks
aportan su dosis de talento y belleza, respectivamente. Ah, también está por ahí ese tal Jim Sturgess,
uno de esos actores prescindibles que no aportan nada allá donde van.
Cultura, arte, amor y
suspense: el cocktail insospechado que
me brindó ayer el CineClub Paradiso de Lorca con la proyección del nuevo film
del autor de… “Cinema Paradiso”.
Luis Campoy
Lo mejor:
Geoffrey Rush; la suntuosa puesta
en escena
Lo peor:
Jim Sturgess; un desenlace no por
logrado menos previsible
El cruce:
“El secreto de Thomas Crown” + “vértigo”
Calificación: 8 (sobre 10)
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