Cine actualidad/ "BLUE JASMINE"
Woody
en San Francisco
Cuando yo estaba en el instituto,
cada nuevo estreno de Woody Allen ya constituía un acontecimiento para los
cinéfilos de todo el mundo. Ahora, casi 40 años después, el viejo Woody sigue
entero y verdadero al pie del cañón. En
sus más de cuatro décadas de carrera, su estilo ha ido evolucionando y su inconfundible
humor judío se ha ido puliendo, al tiempo que ha aprendido a dosificarse ante
las cámaras.
Después de la irregular “A Roma
con amor”, Allen nos brinda un nuevo largometraje en el que se limita a dirigir
y es la gran Cate Blanchett quien hace las veces de alter ego del
realizador. “Blue Jasmine” (es decir, “Jazmín
azul”) cuenta la historia de una ricachona (Blanchett) venida a menos tras las
males artes de su marido (Alec Baldwin), la cual se ve obligada a refugiarse en
casa de su hermanastra en San Francisco.
La historia no siempre es lineal, sino que se ve enriquecida con
numerosos flash-backs en los que el espectador contempla las vicisitudes que
han abocado a Jasmine a una delicada situación económica y social.
No puede decirse que “Blue Jasmine”
sea una de las peores películas de Woody Allen, si bien sus logros están a años
luz de los conseguidos en “Annie Hall”, “Manhattan” o incluso las más recientes
“Hannah y sus hermanas” o “Match Point”.
Quizás también influye (negativamente) la ausencia de Allen como actor, o
un desenlace demasiado abierto en el que no se resuelve nada. O simplemente se trata de que uno espera ver
una de aquellas películas de Woody que tanto nos gustaban en nuestra juventud,
y se encuentra con un drama algo nihilista únicamente aderezado con exiguos
toques de humor.
En cualquier caso, “Blue Jasmine”
está bien escrita, filmada con sabiduría y cuenta con un excelente trabajo de
Cate Blanchett, que o mucho me equivoco o estará en la terna de futuras candidatas
al Oscar.
Luis Campoy
Lo mejor:
Cate Blanchett
Lo peor:
el desenlace es demasiado insustancial
Calificación. 8 (sobre 10)
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