Cine actualidad/ “TRANCE”



Los recovecos de la memoria



El realizador británico Danny Boyle, que ya tiene 57 años, se dio a conocer internacionalmente en 1996, gracias al importante éxito de "Trainspotting".  Desde entonces, ha dirigido títulos como "La playa", "28 días después", "Sunshine", "127 horas" y la que es para mí su mejor película, la maravillosa "Slumdog Millionaire".  Boyle se caracteriza por ser poseedor de un estilo vibrante, impactante y provocador, en los temas y, sobre todo, en la puesta en escena.  "Trance", su nueva propuesta, no iba a ser menos:  como explicaré más adelante, se propone (y consigue) marear al espectador...  en la forma y en el fondo.

Durante un atraco, un empleado de una agencia de subastas logra ocultar un valioso lienzo de Goya, con tan mala fortuna que recibe un golpe en la cabeza y es incapaz de recordar dónde lo ha escondido.  Los atracadores, después de torturarle infructuosamente, deciden llevarle a la consulta de una hipnoterapeuta que tratará de entrar en su mente mediante la hipnosis...

Tratándose de Danny Boyle, era obvio que una historia como la de "Trance" no iba a ser narrada de forma convencional.  Decir que en su desarrollo nada es lo que parece, sería quedarse corto.  Boyle consigue crear varios niveles que poco a poco se van superponiendo los unos sobre los otros, alternando la realidad con los recuerdos anclados en la maltrecha memoria del protagonista.  De este modo y sin darnos cuenta, acabamos convirtiéndonos en marionetas cuyo ánimo es zarandeado en todo momento por el realizador.  Esto no siempre es malo, pero debemos ser conscientes y estar predispuestos a permitir que jueguen con nosotros.  Porque "Trance" es exactamente éso:  un juego visualmente fascinante que no podemos tomarnos totalmente en serio.

En el terreno actoral, el joven James McAvoy cuaja una de sus mejores interpretaciones, con un personaje lleno de recovecos cuya evolución nos sorprenderá.  Vincent Cassell compone un mafioso con cierta sensibilidad que a veces destapa imprevistas debilidades.  Pero la que se lleva el gato al agua es la rotunda Rosario Dawson, brillante como actriz pero que será recordada no sólo por su expresividad emocional;  su desnudo es de ésos que nunca se olvidan...

Quizás el precedente de "Slumdog Millionaire", el fascinante argumento y algunas opiniones extraordinariamente positivas me habían predispuesto demasiado favorablemente, y mi particular globo de ilusiones se desinfló un poquito a los pocos minutos de proyección.  Pero, poco a poco, Danny Boyle va haciéndose con las riendas de la trama, y su estilo trepidante te conduce a una tesitura de fácil elección:  o te resistes y te sientes frustrado, o te dejas llevar y acabas disfrutando.  Yo, desde luego, me dejé llevar y, por lo tanto, me lo pasé lo mejor posible, saboreando el aluvión de imágenes y sonidos y procurando creerme a pies juntillas todo lo que me contaban.  Creo que ésa es la clave para que "Trance" te cause la buena impresión que se merece y te mereces...

Luis Campoy

Lo mejor:  la psicodélica e hipnótica puesta en escena;  Rosario Dawson
Lo peor:  los altibajos del persona de Vincent Cassell;  la dificultad para seguir la trama en algunos momentos
El cruce:  “Desafío Total” + “Identity” + “Sospechosos habituales”

Calificación:  7,5 (sobre 10)

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