Cine actualidad/ "THE ARTIST"

Una obra artística

Con muchísimo retraso y tan sólo amparada por los cinco Oscars que acaba de recibir, "The Artist" se estrena finalmente en Lorca, aunque éso sí, con un nulo éxito de público, a juzgar por el exiguo número de personas (ocho, contando a este humilde cronista) que "llenábamos" la sala ayer tarde, Día del Espectador.

Hollywood, 1927.  Son los últimos años del cine mudo, y George Valentin es la mayor estrella de este género condenado a desaparecer inmediata e irreversiblemente a causa de la irrupción imparable del cine sonoro.  Valentin, en principio, se niega a rodar películas con sonido, y éso y la llegada de jóvenes actrices como Peppy Miller le convierte poco menos que en una antigüedad inservible.  Su vida entra en crisis, agravada por el crack de 1929, y sólo la inesperada ayuda de Peppy, a la postre, su mayor fan, le ayudarán a recuperarse a sí mismo...

Como he dicho antes, ni siquiera el brillo de cinco estatuíllas doradas (Mejor Película, Mejor Director, Mejor Actor, Mejor Música Original y Mejor Diseño de Vestuario) ha conseguido atrapar al público lorquino, lo cual tampoco es tan extraño, porque este público con el que cohabito, al parecer, sólo se deja atrapar por fenómenos muy concretos como "Crepúsculo" y "Harry Potter".  En cualquier caso, la arriesgadísima apuesta del director francés Michel Hazanavicius (todo un vicioso del cine...  norteamericano) no es plato de gusto para cualquier estómago.  Se trata, por si no lo sabéis, de un homenaje en toda regla a aquellos maravillosos años en los que el cine era mudo y en blanco y negro....  y ¿qué mejor forma de homenajear a tales producciones que perpetrando, en pleno siglo XXI, un film sin color y sin sonido?  Dicho así, la verdad es que a mucha gente incluso le producirá auténtico repelús un trabajo de estas características, pero no cabe duda de que el verdadero aficionado al Séptimo Arte, el que no ignora que los mejores títulos de la Historia continúan siendo "Casablanca", "Ciudadano Kane" o "El crepúsculo de los dioses" (todos ellos en rutilante blanco y negro), sabrá apreciar y disfrutar tan meritoria cinta.

Sobre las cualidades realmente atribuíbles a "The Artist", una vez loadas su cinefilia y valentía, son bastantes y bastante obvias.  Ni que decir tiene que la fotografía es sublime, que los decorados y vestuario son una gozada, y que la soberbia interpretación de Jean Dujardin te deja con la boca abierta.  Sin embargo, por mucho que alabo su virtuosismo técnico y me inspira real y genuina simpatía, me veo obligado a formularme una diabólica pregunta:  si esta película fuese igual y contase la misma historia, pero en color y hablada, ¿estaríamos hablando en términos tan halagadores?  La respuesta es obvia:  NO, y por tanto, es preciso concluir que "The Artist" (de verdad hubiera sido tan difícil estrenarla como “El Artista”) fundamenta su bagaje artístico y todo su prestigio en su condición de film a contracorriente, en su adscripción a un género cinematográfico concreto y que, por suerte o por desgracia, está más presente en las filmotecas que en los corazones de la gente.
No pretendo deslucir, Billy Wilder me libre, el (séptimo) arte que irradia esta entrañable propuesta, ni se me ocurriría no alabar al señor Hazanavicius, quien no sólo ha manifestado un valor a prueba de bomba sino que sabe realmente filmar con maestría, como a mí me gusta, cuidando con mimo y mucha imaginación los encuadres, las transiciones, las luces y las sombras, y dirigiendo sin que parezca dirigido a ese monstruo que es Dujardin, al que puede aguardarle una prominente carrera internacional.  Sólo digo que el cine actual está, desgraciadamente, en crisis, crisis en cuanto a la generación de auténticas emociones, y que obras tan bellas y (valga la redundancias) tan artísticas como "The Artist" a mí, al menos a mí, me maravillan, sí, pero , ¿qué queréis que os diga?, no me emocionan.  Me reí muchísimo con "El jovencito Frankenstein" y sufrí de lo lindo con "El hombre elefante" y "La lista de Schindler" (las tres rodadas tardíamente en B/N), pero aquellos amasijos de risas y lágrimas no me llegaron al alma ayer tarde;  solamente, y no es poco, admiración y simpatía, que no son hijas del corazón…  sino del cerebro.
Que los premios que avalan el curriculum de las películas de ahora cada vez significan menos para la audiencia, es un hecho.  Ganar una retahíla de Oscars (o de Goyas) es sólo un dato, y experiencias verdaderamente maravillosas como "Slumdog Millionaire" o incluso "Pa Negre", en las que los honores recompensan justamente un tesoro de arte, calidad y auténtica emotividad, son poco menos que inencontrables.  De cualquier manera, "The Artist" merece muy mucho la pena y nadie que ame el cine debería hacer como esos descerebrados que, en algunos lugares, se han salido del cine nada más empezar, sólo porque no había colorines y los actores no emiten sonidos.

Luis Campoy

Lo mejor:  Jean Dujardin, la fotografía, la valentía y el talento de Michel Hazanavicius
Lo peor:  Berenice Bejo, a la que le faltan abundantes dosis de belleza y carisma (pero claro, es la esposa del "dire")

El cruce:  "Ha nacido una estrella" + "El cantor de jazz" + "La última locura"

Calificación:  8,75 (sobre 10)

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