Cine actualidad/ "CARS 2"


Coches que pinchan

Perece que está de moda homenajear a las viejas películas de James Bond.  La reciente “X-Men, Primera Generación” ya lo hacía, y ahora “Cars 2” se suma a esta misma tendencia.  A pesar de que el resto de la cinta parece más bien un refrito de “La vuelta al mundo en 80 días” en clave automovilística, el arranque de “Cars 2” (lo mejor del film) presenta a un par de personajes nuevos, el super espía Finn McMissile y el villano autodenominado Profesor X, en el transcurso de un inspiradísimo teaser que constituye casi una película dentro de la película.  A partir de ese momento, reaparecen los ya conocidos coches parlantes, con un Rayo McQueen a la cabeza que está a punto de enrolarse en una carrera a lo largo y ancho del mundo.  En el año en que se cumple el vigésimo quinto aniversario de la fundación de la compañía, los chicos de Pixar nos traen la primera secuela de su éxito de 2006, en un verano que sucede a otros veranos en los que producciones como “Toy Story 3”, “Up”, Wall-E”, “Ratatouille”, “Los Increíbles”, “Buscando a Nemo” y un ya largo etcétera de títulos bendecidos a la par por público y crítica.
No seré yo quien diga que “Cars 2” es un producto indigno que no merece la pena ser visualizado, pero sí que hay que admitir que durante muchos momentos uno se pregunta a qué tipo de ficción se está enfrentando, ya que el tratamiento de algunos personajes y situaciones es de lo más pueril.  Sólo la singular maestría de los animadores de Pixar diluye el aburrimiento en más de una secuencia, pues cuando los diálogos se ponen ñoños y las situaciones derivan hacia el más repelente infantilismo, siempre llegan al rescate el gag chispeante o la virguería tecnológica de turno.  ¿Por qué es notoriamente inferior la secuela a su predecesora?  Pienso que en gran parte porque, como digo, acontece en un escenario radicalmente diferente, lejos de los parámetros más entrañables de Radiator Springs, pero también y sobre todo porque se pierde el foco, al pasar el protagonismo del pizpireto Rayo McQueen a su inefable ayudante, la grúa Mate.  Retomando el tópico inicial acerca de James Bond, una aventura de espías protagonizada por Mate es prácticamente una astracanada al estilo de “Johnny English”, por mucha parafernalia informática que la envuelva.

Luis Campoy

Lo mejor:  el proverbial virtuosismo técnico inherente a Pixar
Lo peor:  el tono general del film, que parece dirigido a una parroquia de niños pequeños
El cruce:  “Cars” + “La vuelta al mundo en 80 días” + “James Bond contra Goldfinger”
Calificación:  6,5 (sobre 10)

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