Oscars 2010: el discurso coplapsó la red

Envuelto en una bruma de sueños (esos a los que uno renuncia a soñar cuando se pasa en vela casi toda la madrugada), he sido testigo en directo de la octogésimo tercera gala de entrega de los Premios de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de Hollywood, aquí comúnmente conocidos como "Oscars". La edición de este año parecía, a priori, un mano a mano entre dos películas de las que ya hemos hablado aquí, "El discurso del Rey" y "La red social", la una típicamente británica y la otra originalmente norteamericana. Mis simpatías, como dije en su momento, estaban con la ficción sobre la creación de Facebook, pero era muy consciente de que los sondeos y las apuestas se decantaban por el clasicismo inglés. Al final, muy pocas sorpresas. Pero vayamos por partes...



Todo comenzaba alrededor de las 2:30 de la madrugada, hora española. Los presentadores de la gala, Anne Hathaway y James Franco (asímismo nominado como actor por "127 horas") parodiaban a las películas favoritas, aunque, éso sí, sin la mala leche del odiado Ricky Gervais (que puso a Hollywood patas arriba cuando fue el anfitrión de los Globos de Oro). Ella estuvo toda la noche simpática y monísima, además de cambiarse de vestido cada dos por tres, y él fue un auténtico pasmarote con la expresividad de una pared. Menos mal que el venerable Kirk Douglas (94 años) salió al rescate para entregar el Oscar como Mejor Actriz Secundaria a Melissa Leo por "The Fighter", desbancando a la teóricamente favorita Helena Bonham-Carter (la cual me alegro de que perdiera, pues, para mí, está fatal en "El discurso del Rey". Los galardones a la Dirección Artística y el Diseño de Vestuario fueron, como era lógico, para la burtoniana "Alicia en el País de las Maravillas", y "Origen", de Christopher Nolan, comenzó a amasar tímidamente algunos premios menores (Fotografía, Sonido, Efectos de Sonido y Efectos Visuales), cosecha con la que habría de conformarse.

Como Actor Secundario, un barbudo Christian Bale ("The Fighter") le ganó la partida a un rapado Geoffrey Rush (para mí, lo mejor de "El discurso del Rey"); es sabido que, si quieres ganar un Oscar, una buena forma de lograrlo es hacer de tonto o de enfermo, o bien engordar o adelgazar a lo bestia porque el papel lo requiere, y Bale no podía ser una excepción. Pero si había un Oscar que había acaparado la unanimidad de todo el mundo, ése era el de "Toy Story 3" como Mejor Película de Animación. El film de Pixar y Disney también fue destacado por su Canción Original, a pesar de la penosa interpretación en directo de su compositor, Randy Newman. La Mejor Música original (inmerecidamente) bendijo a "La red social", que acababa de conseguir el reconocimiento a su Guión Adaptado (por Aaron Sorkin), mientras que el Guión Original inauguró el palmarés de "El discurso del Rey". "Biutiful" se quedó sin el Oscar como Película Extranjera, pero quien no se fue de vacío fue el genial Rick Baker, destacado por su Maquillaje para "El Hombre Lobo", treinta años después de "Un hombre lobo americano en Londres" y "Aullidos". Anne Hathaway se vistió de chico, y James Franco se puso un horrendo vestido rosa. Algunos de los presentadores de los premios fueron Helen Mirren, Billy Crystal (que compartió escenario con un holograma de Bob Hope), Annete Bening, Reese Whiterspon, Jake Gyllenhaal, Robert Downey Jr. y Jude Law o Josh Brolin y nuestro Javier Bardem, que no volvió a subir cuando Sandra Bullock nombró al Mejor Actor (cómo no, un Colin Firth que confesó sentir una súbita indisposición estomacal). Jeff Bridges (también candidato, también derrotado) entronizó a una embarazada Natalie Portman ("Cisne negro"), y Celine Dion cantó la lánguida melodía "Smile" en homenaje a los fallecidos del año, entre los que se recordó a Leslie Nielsen o Blake Edwards pero faltaron el francés Claude Chabrol y el valenciano Luis García Berlanga. Se citó en el enorme decorado a Francis Ford Coppola y a Eli Wallach para entregarles un galardón honorífico, pero ni siquiera se les dejó dar las gracias, y menos mal que Lena Horne tuvo un recuerdo especial a través de un sentido speech de Halle Berry.

Se acercaba el final, y en el momento en que Tom Hooper se encumbró como Mejor Director por "El discurso del Rey", la madrugada perdió todo misterio y suspense. Steven Spielberg entregó el Oscar como Mejor Película al ya reiterativo "Discurso", y, como catarsis final, una marabunta de niños cantó el "Over the rainbow" de "El Mago de Oz" (bastante peor que Judy Garland, oiga). Conclusión: "El discurso del Rey" y "Origen" empataron a Oscars (4), aunque los de la primera eran los más golosos; "La red social" se llevó apenas 3, " Toy Story 3" , "The Fighter" y "Alicia..." se hicieron con 2, y otra de las favoritas, "Valor de Ley", se quedó compuesta y sin estatuílla (0 de 10 posibles). Definitivamente, no han sido los Oscars más justos (al menos para mí), pero sí los más previsibles, al menos si hacemos caso a las encuestas. Los adivinos, por una vez, han tenido razón en casi todo.

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