Cine actualidad/ "23-F, la Película"

Dando el golpe




Raras veces se estrena una película en miércoles, pero la efeméride bien merecía la pena. Gracias a la osadía del distribuidor y, por supuesto, merced a la magia del Cine, el día 23 de Febrero de este año, a éso de las 18:20, me sentí transportado a 1981, y nuevamente pude revivir, el mismo día a la misma hora, cómo un grupo de guardias civiles comandados por Antonio Tejero tomaban el Congreso de los Diputados.



Más que una reconstrucción independiente y novedosa de los hechos acaecidos hace treinta años, "23-F, La Película" me pareció una especie de remake o puesta de largo de la celebrada miniserie "23-F, El día más difícil del Rey", que TVE produjo hace un par de temporadas. Como en aquella ocasión, se pretende recrear, con precisión documental, las impactantes imágenes que todos conservamos en nuestra retina tras haberlas visto 30 millones de veces, y, alrededor de esa columna vertebral, se realiza una reconstrucción aproximativa de lo que pudieron ser los movimientos de oposición y apoyo a la asonada golpista. Por un lado, se cuentan los esfuerzos del Rey y el Jefe de la Casa Real, Sabino Fernández Campo, para aplacar los ánimos de los sublevados, encabezados por el Capitán General de la Región Valenciana, Jaime Milans del Bosch, y el sibilino General Alfonso Armada; por otro, conocemos el patriotismo idealista de Tejero, convencido de que sólo pisoteando la Constitución podrá salvar la esencia de su amada España; y, en tercer lugar, contemplamos las vicisitudes de los políticos atrapados en el Congreso y de los periodistas que se juegan el tipo para transmitir la información necesaria.



Lo más cuestionable o lo que más molesta de "23-F, La Película" es su pretensión de no ofender a nadie, de dejar en buen lugar a todo el mundo. Por supuesto, es loable que un escritor o un director de cine que afronta la revisitación de un hecho histórico, intente ser lo más objetivo posible, y, en este sentido, lo cierto es que sólo en los cuentos (y nunca en la realidad) los buenos son completamente buenos y los malos, enteramente malos, pero de ahí a pintar un retrato casi idílico de los unos y los otros, media un buen trecho. Por una vez, hubiera sido de agradecer un mayor posicionamiento político, una toma de partido, bien del lado de los golpistas que están dispuestos a jugárselo todo para volver a un pasado menos democrático, o del lado de un monarca algo pusilánime que hasta el final no demuestra la verdadera firmeza de su posición. También carga un poco el abuso recurrente de imágenes documentales, que no pretenden otra cosa que autentificar la ficción narrada. Que sí, que es agradable volver a ver a Iñaki Gabilondo, Victoria Prego y Matías Prats con 30 añitos menos, pero se han añadido demasiados planos robados de reportajes videográficos de entonces, que podían haber sido fácilmente recreados. A veces se es más creíble cuanta más ficción se exhibe, y, por el contrario, el uso abusivo de la telerrealidad produce una sensación de racanería o, simplemente, de cobardía.



Hasta aquí, las pocas o muchas deficiencias que pueden imputársele al film, que, por lo demás, me sorprendió muy gratamente. Para empezar, resulta gratificante la profesionalidad y versatilidad del director, Chema de la Peña, autor de títulos muy poco defendibles como "Shacky Carmine" o los dos "Isi/Disi", y que aquí se transmuta en una especie de Costa Gavras ibérico que se toma el encargo con mucho aplomo y serenidad. A continuación, hay que elogiar la labor conjunta del reparto, con un sorprendente Paco Tous a la cabeza. De este Sr. Tous apenas he visto nada, tan sólo algún fragmento de algún capítulo aislado de "Los hombres de Paco", pero hay que descubrirse ante su interpretación de Tejero. No sólo es encomiable el evidente esfuerzo físico, sino que resulta asombroso el cambio de registro radical en su composición. Enhorabuena. Otro que está que se sale es Juan Diego, encarnando al General Armada, un papel de carácter que Diego resuelve con sobresaliente. Junto a Junto a ellos, tenemos a Fernando Cayo, que ya no sé cuántas veces ha encarnado al Rey Juan Carlos (aquí incluso viste el chándal del que tanto se burló el público cuando lo utilizó Juanjo Puigcorbé), al lumbrerense Ginés García Millán, también repitiendo como Adolfo Suárez, y a Mariano Venancio como un sabio Sabino Fernández Campo, que, sin embargo, cuando recita su propio nombre, se presenta como "Fernández CampoS", un error de bulto fácilmente subsanable pero difícilmente justificable.



Muy digna y bastante entretenida, "23-F la Película" no aporta nuevas respuestas y no soluciona ninguna incógnita sobre un suceso que a punto estuvo de cambiar nuestra Historia, pero al menos explicita verazmente unos hechos deplorables que, viéndolos tan clarificados, al menos parece que difícilmente podrían repetirse.



Luis Campoy



Lo mejor: Paco Tous, la reconstrucción pormenorizada


Lo peor: el exceso de corrección política, el abuso de imágenes documentales


El cruce: "23-F, El día más difícil del Rey" + "Crónica de un instante" + "Z"


Calificación: 8 (sobre 10)

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