Cine actualidad/ "SKYLINE"
La invasión de los ladrones de cerebros
Cada cierto tiempo, la Tierra es invadida por belicosos y casi siempre feísimos extraterrestres. Al menos, en el cine. La nueva propuesta de este subgénero de invasiones alienígenas se titula "Skyline" y acaba de llegar a nuestras salas. La han dirigido los hermanos Greg y Colin Strause, reputados técnicos de efectos visuales que hace unos años dieron el salto a la dirección de largometrajes con "Aliens vs. Predator 2".
Repentinamente (como siempre suele suceder), una gran urbe norteamericana (para variar, no se trata de Nueva York, que ya está hasta los rascacielos de ser siempre el objeto de deseo de marcianos y sucedáneos, sino Los Angeles) sufre los efectos devastadores de un ataque por parte de una raza de extraterrestres hiperviolentos e hipertecnificados, que pretende utilizar los cerebros de los terrícolas como fuente de energía. Un grupito de jóvenes será testigo de primera mano de la invasión e incluso tratarán, a su rudimentaria manera, de hacerles frente...
No cabe duda de que "Skyline" es una película visualmente muy cuidada, lo que siempre es de agradecer por parte de quienes nos fijamos, también, en la vertiente puramente estética de estos vehículos de entretenimiento. Obviamente, los efectos visuales son buenísimos, la fotografía, premeditadamente fría y acerada, logra momentos de gran belleza e incluso la banda sonora está por encima de la media. Hasta aquí todo muy correcto. Lo malo es que en este tipo de películas se pretende involucrar emocionalmente al espectador, obtener de él una implicación, una identificación con los protagonistas, y esta coartada dramática depende del modo en que estén descritos los personajes principales. "Independence Day", con todos sus defectos, lograba crear una fauna humana como mínimo entrañable, “La guerra de los mundos” se tomaba su tiempo en reflejar los problemas familiares de Tom Cruise y los suyos, y "Mars Attacks" apostaba deliberadamente por el cinismo y la ironía. "Skyline" naufraga estrepitosamente en este terreno. Los héroes humanos son meros maniquíes que no despiertan afecto ni simpatía, especímenes indudablemente atractivos (tanto ellas como ellos) pero que ni están bien diseñados ni han ido a dar con actores con el suficiente carisma. Eric Balfour, Scottie Thompson (que no es un hombre sino una mujer), Britany Daniel o Donald Faison son los nombres de algunos de los intérpretes que dan vida a unos terrícolas que, por lo que al espectador respecta, importa un pimiento si triunfan o si son impunemente masacrados. Paradójicamente, sólo David Zayas (un señor barrigudo y algo calvete) logra lucirse en un papelito secundario, que tampoco tiene gran repercusión en el desenlace final.
"Skyline" (o sea, "La línea del cielo", que es como se llama al perfil urbano característico de las grandes metrópolis norteamericanas repletas de rascacielos) contiene dos o tres buenas escenas de acción y está filmada con bastante acierto desde el punto de vista técnico, pero es un envoltorio sin alma que se olvida minutos después de haber concluído.
Luis Campoy
Lo mejor: la fotografía, los efectos visuales, la música
Lo peor: los actores, la indiferencia que provocan sus desventuras
El cruce: "Independence Day" + "La guerra de los mundos" + "District 9"
Calificación: 6,5 (sobre 10)
Cada cierto tiempo, la Tierra es invadida por belicosos y casi siempre feísimos extraterrestres. Al menos, en el cine. La nueva propuesta de este subgénero de invasiones alienígenas se titula "Skyline" y acaba de llegar a nuestras salas. La han dirigido los hermanos Greg y Colin Strause, reputados técnicos de efectos visuales que hace unos años dieron el salto a la dirección de largometrajes con "Aliens vs. Predator 2".
Repentinamente (como siempre suele suceder), una gran urbe norteamericana (para variar, no se trata de Nueva York, que ya está hasta los rascacielos de ser siempre el objeto de deseo de marcianos y sucedáneos, sino Los Angeles) sufre los efectos devastadores de un ataque por parte de una raza de extraterrestres hiperviolentos e hipertecnificados, que pretende utilizar los cerebros de los terrícolas como fuente de energía. Un grupito de jóvenes será testigo de primera mano de la invasión e incluso tratarán, a su rudimentaria manera, de hacerles frente...
No cabe duda de que "Skyline" es una película visualmente muy cuidada, lo que siempre es de agradecer por parte de quienes nos fijamos, también, en la vertiente puramente estética de estos vehículos de entretenimiento. Obviamente, los efectos visuales son buenísimos, la fotografía, premeditadamente fría y acerada, logra momentos de gran belleza e incluso la banda sonora está por encima de la media. Hasta aquí todo muy correcto. Lo malo es que en este tipo de películas se pretende involucrar emocionalmente al espectador, obtener de él una implicación, una identificación con los protagonistas, y esta coartada dramática depende del modo en que estén descritos los personajes principales. "Independence Day", con todos sus defectos, lograba crear una fauna humana como mínimo entrañable, “La guerra de los mundos” se tomaba su tiempo en reflejar los problemas familiares de Tom Cruise y los suyos, y "Mars Attacks" apostaba deliberadamente por el cinismo y la ironía. "Skyline" naufraga estrepitosamente en este terreno. Los héroes humanos son meros maniquíes que no despiertan afecto ni simpatía, especímenes indudablemente atractivos (tanto ellas como ellos) pero que ni están bien diseñados ni han ido a dar con actores con el suficiente carisma. Eric Balfour, Scottie Thompson (que no es un hombre sino una mujer), Britany Daniel o Donald Faison son los nombres de algunos de los intérpretes que dan vida a unos terrícolas que, por lo que al espectador respecta, importa un pimiento si triunfan o si son impunemente masacrados. Paradójicamente, sólo David Zayas (un señor barrigudo y algo calvete) logra lucirse en un papelito secundario, que tampoco tiene gran repercusión en el desenlace final.
"Skyline" (o sea, "La línea del cielo", que es como se llama al perfil urbano característico de las grandes metrópolis norteamericanas repletas de rascacielos) contiene dos o tres buenas escenas de acción y está filmada con bastante acierto desde el punto de vista técnico, pero es un envoltorio sin alma que se olvida minutos después de haber concluído.
Luis Campoy
Lo mejor: la fotografía, los efectos visuales, la música
Lo peor: los actores, la indiferencia que provocan sus desventuras
El cruce: "Independence Day" + "La guerra de los mundos" + "District 9"
Calificación: 6,5 (sobre 10)
Comentarios
Aprovecho para invitarte a mi blog de cine:
http://cinemarcial.blogspot.com/
Espero tu visita, saludos, Oz.
OZ
Muy completo tu blog, me encanto CLAP! CLAP!, lastima para mi, que no leí antes, aunque debo decir que esto me paso por no seguir mi instinto, que me decía, "es una película mala", y "Acaso te gusto Alien vs. Depredador??".... pero bueh cuestión que la vi, perdida de tiempo! "Sweeney Todd" es un peliculón al lado de Skyline.