Cine actualidad/ "PREDATORS"
Cazadores y cazados
Cuando aún no era un Governator facha sino “solamente” una rutilante estrella del cine de acción, Arnold Schwarzenegger protagonizó “Predator” (“Depredador” en nuestra Piel de Toro), una película en la que un grupo de mercenarios (que nada tenían que envidiarle a los que ha reclutado su compinche Stallone) se internaban en una frondosa selva sudamericana, sólo para ser masacrados por una misteriosa criatura que resultaba ser un despiadado cazador extraterrestre, un depredador provisto de sofisticadas armas y dispositivos de camuflaje. El enorme éxito de este film propició la realización de una (decepcionante) secuela, y posteriormente, dos insulsos intentos de fusionar esta franquicia con la de “Alien”. Ahora, el director chicano Robert Rodriguez (autor de “El Mariachi”, “Desperado” y “Sin City”) ejerce de productor de este nuevo intento de relanzar la saga, situando la acción también en medio de una naturaleza agreste pero, eso sí, sustituyendo al “Chuache” por el, en principio, poco apropiado Adrien Brody. Un grupo de personas, que sólo tienen en común el hecho de ser mercenarios, soldados, psicópatas o asesinos, se encuentran perdidos en mitad de lo que parece ser una selva tropical. No tardarán mucho en darse cuenta de que han sido abducidos de la Tierra y arrojados a un planeta que no es otra cosa que un coto de caza de los terribles Predators; los alienígenas serán los cazadores, y los humanos, las presas… “Predators” (¿para qué los chicos de la distribuidora iban a molestarse en traducirla como “Depredadores”? Al fin y al cabo, también nosotros estamos en una especie de coto de caza lingüístico de los yanquis…) es otra de esas peliculillas veraniegas que resultan simpáticas, pues sólo pretenden hacer pasar un rato ameno utilizando dignamente las cartas de que disponen: actores eficaces, buenos efectos especiales, acción trepidante… Sigue muy de cerca las pautas marcadas por el film original (tanto, que en alguna ocasión parece que no es una continuación sino un remake), no duda en reutilizar la música compuesta por Alan Silvestri (aunque quien firma como compositor sea el “reciclador” John Debney), y, éso sí, multiplica por cuatro el número de depredadores. Los nueve personajes humanos obligados a enfrentarse a la amenaza impía de los cazadores pretenden reflejar en su tipología todo un microcosmos en el que hay ocho hombres y una mujer, algunos arios, otros negros, algunos latinos e incluso un japonés. Para darles vida, se ha contratado a nombres como Adrien Brody (“El Pianista”), simplemente sorprendente como convincente héroe de acción; Laurence Fishburne (Morfeo en “Matrix”), Topher Grace (Veneno en “Spiderman 3”) o Danny Trejo (“Machete”); todos ellos cumplen con su cometido, que no es otro que el de permitir que esta sencilla maquinaria que ha orquestado el húngaro-californiano Nimrod Antal funcione sin mucho brillo pero tampoco sin chirriar demasiado.
Luis Campoy
Lo mejor: la pelea entre el yakuza y el depredador a la luz de la ¿luna?
Lo peor: nada en especial
El cruce: “Depredador” + “Identidad”
Calificación: 7 (sobre 10)
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