Cine actualidad/ "AIRBENDER, EL ULTIMO GUERRERO"

Se apagó el sexto sentido…




Cuentan que M. Night Shyamalan, el antaño aclamado director de “El sexto sentido”, “Señales” y ”El protegido”, aceptó hacerse cargo de la adaptación de la serie de animación “Avatar, The Last Airbender”, porque su hijo era un ferviente seguidor de la misma. Bueno, pues si me dicen que quien ha escrito el guión o ha dirigido la película ha sido el hijo y no el padre… también me lo creo. Aunque a última hora se ha visto obligada a cambiar su título original para no coincidir con el de la megataquillera fantasía de James Cameron, “Avatar, The Last Airbender” viene a contar la historia de Aang, un niño proveniente de la Nación del Aire (las otras son las del Agua, la Tierra y el Fuego), que parece estar destinado a convertirse en el Avatar, el único ser vivo capaz de dominar los cuatro elementos. Los belicosos señores del Fuego tratarán de capturarle para hacerse con sus poderes, y sólo un par de jóvenes del pueblo del Agua serán capaces de luchar a su lado… A este argumento tan simple se le ha revestido de una aparatosa atmósfera pseudo oriental (clara reminiscencia de “Dragonball”) que también mezcla muy poco imaginativamente el misticismo zen con las artes marciales. Como dije al principio, poco o nada queda de aquel Shyamalan del que todo el mundo hablaba hace diez años. Si ya en “Señales” empezaban a despuntar algunos signos de decaimiento, la surreal “La joven del agua” y la fallida “El bosque” le pusieron gradualmente en la picota, y ni siquiera la interesante “El incidente” le congració con selpúblico. Con “Airbender, el Ultimo Guerrero”, el realizador indio-americano termina de caerse con todo el equipo. Hacía tiempo que no tenía tantas ganas de salirme del cine a los pocos minutos de empezar a ver una película. Si el principio resulta soso y aburrido a más no poder, el nudo de la historia peca de tópico y pueril, y tan sólo merece un poco la pena el último cuarto de hora, pero no por ello deja de resultar absolutamente infumable. Parece mentira que el autor de “El sexto sentido” haya sido capaz de firmar semejante desastre narrativo, con personajes tan estúpidos y poco atractivos, con diálogos tan ridículos y con una utilización tan pobre del 3-D, sistema en el que supuestamente se ha rodado la película, y digo “supuestamente” porque sólo se nota porque te molestan las gafas y porque te has dejado un montón de euros en la taquilla. Lo dicho: un bodrio insufrible, una ruina de función, un coñazo de mucho cuidado.



Luis Campoy



Lo mejor: es corta


Lo peor: que el firmante de “El sexto sentido” y “El protegido” haya sido capaz de filmar un pestiño así


El cruce: “Kung Fu + “Pequeño Buda” + “Las crónicas de Narnia” + “La brújula dorada”


Calificación: 4 (sobre 10)

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