Cine actualidad/ "KICK-ASS"

Superhéroe de pacotilla



Hacer el bien, luchar contra la injusticia, defender al inocente, desfacer entuertos... Desde mucho antes de que Miguel de Cervantes tratase de desmitificarlo con su magistral "Don Quijote de la Mancha", ya existía el género caballeresco, en el que los heroicos protagonistas enarbolaban ideales prácticamente idénticos a los que acabo de exponer. Pero los héroes que hoy apasionan a miles y miles de jóvenes ya no visten yelmos y armaduras de latón y montan briosos corceles, sino que llevan vistosos y coloridos disfraces de látex o kevlar y, como mucho, conducen cochazos dignos del mismísimo James Bond. Si un adolescente con la cabeza llena de fantasías quisiese trasladar al mundo real sus sueños justicieros, ya no se inspiraría en Don Quijote, Roldán o Tirante el Blanco, sino en Spiderman, Batman o Lobezno. Ese es el planteamiento de partida de "Kick-Ass", un comic demoledor escrito por Mark Millar y dibujado por John Romita. Jr., en el que, al igual que ya hiciera anteriormente en “Wanted”, el guionista da rienda suelta a su imaginación y a su mala leche, construyendo un tebeo para adultos en el que la acción, la violencia y el humor negro campan a sus anchas. Dave Lizewski es un muchacho huérfano de madre e incomprendido por su padre, que se refugia de su frustración leyendo comics de superhéroes. Tan imbuído está en ese mundo de trajes chillones y vigilantes enmascarados, que se compra un disfraz por internet y, sin ninguna habilidad sobrehumana y sin apenas entrenamiento, sale a las calles buscando injusticias que solucionar. Adopta el sobrenombre de "Kick-Ass" (algo así como "El patea-culos") y, a pesar de que su primera aventura le lleva al hospital, enseguida vuelve a las andadas y la casualidad hace que se convierta rápidamente en estrella de YouTube, lo cual, hoy en día, es un pasaporte seguro hacia la Fama... Naturalmente, ésto que he contado es apenas el punto de partida del film y lo único inocente del mismo, pues, a partir del momento en que entran en escena el principal villano de la función (un gangster llamado Frank D'Amico) y otros dos héroes enmascarados que pretenden pararle los pies -la pequeña Hit-Girl ("Chica Golpeadora") y su padre Big Papi ("Big Daddy" en el comic original-, el espectáculo se torna sangriento y ultraviolento... lo cual no es sino un aliciente más de este tipo películas que no están dirigidas a niños ni pretenden ser didácticas ni realistas. De hecho, el comic primigenio es aún más bestia, más transgresor y bastante menos complaciente, pero a alguien se le ha ocurrido que, a la hora de dar el salto al cine, era mejor suavizarlo un poco, no fuera que la calificación moral fuese tan estricta que ni siquiera el público adolescente pudiese acudir a verlo a las salas... Los primeros minutos de "Kick-Ass" son magníficos, con un punto de melodrama adolescente y un sentido del humor hilarante y corrosivo, una fotografía y un colorido espléndidos y una interpretación bastante convincente del joven Aaron Johnson. Pero lo mejor está por venir. La aparición de los adultos Mark Strong (el malo) y Nicolas Cage (el bueno) aún hace que el conjunto mejore, pero es la actriz infantil Chloe Moretz quien concentra los momentos más afortunados, tanto como heroína justiciera en peleas brillantemente coreografiadas como cuando pasa por ser tan sólo una niña (la intérprete tiene doce años) incapaz de vivir una infancia normal.



Pretender que "Kick-Ass" puede ser accesible y agradable para cualquier tipo de espectadores es una utopía, porque no a todo el mundo le gustan las películas de superhéroes ni las comedias adolescentes ni mucho menos los thrillers violentos con niñas repartiendo estopa, así que tal vez hubiera sido de agradecer un poco menos de azúcar y de sexo absurdo en su parte final, y respetar la causticidad y el pesimismo del comic de Mark Millar, un tipo a quien la moralidad y la corrección política le importan más bien poco. Sin embargo, tengo que alabar rendidamente el trabajo del director Matthew Vaughn, no sólo por lo bien que planifica tanto la secuencias cotidianas como las de acción, sino por lo bien que sabe conjugar la comedia, el drama y la acción, algo que, como digo siempre, es muy, muy difícil de equilibrar. Habrá que seguirle la pista a este señor, que, si nada se tuerce, se va a encargar del relanzamiento de los mutantes en "X-Men: First Class".



Luis Campoy



Lo mejor: Chloe Moretz, las escenas de acción, el color, las divertidas dosis de violencia


Lo peor: las divergencias con el comic original, el final excesivamente feliz


El cruce: “Spiderman” + “Batman” + “Kill Bill” + “Wanted”


Calificación: 8,75 (sobre 10)

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