Cine actualidad/ "AL LIMITE"


¿Merecía la pena volver para un retorno así?

Mel Gibson ha vuelto. Bueno, en realidad, nunca se había ido, sólo que en estos últimos años se había dedicado más a la dirección que a la interpretación. Tras realizar dos films tan estimulantes como "La Pasión de Cristo" y "Apocalypto", el bueno de Mel vuelve a ponerse delante y no detrás de las cámaras para protagonizar el nuevo film de Martin Campbell, un artesano que poquito a poco se ha labrado un prestigio como director de estupendas películas de acción. Mel Gibson interpreta a un inspector de policía cuya hija es asesinada, supuestamente porque recibió las balas que en realidad iban dirigidas a él. Sin embargo, en el curso de una dolorosa investigación, pronto queda claro que la muerte de la joven fue en realidad una especie de ejecución debida a su colaboración con un grupo ecologista que pretendía sacar a la luz los tejemanejes de la corporación científica en la que trabajaba... "Al límite" es, básicamente, una pequeña decepción. Quizá porque uno, con el paso el tiempo, va idealizando a determinados actores y directores y considera, erróneamente, que todo el monte es orégano. Porque ni todo lo que ha interpretado Mel Gibson es tan bueno como "Mad Max" o "Arma letal" (y me refiero a las primeras o, como mucho, segundas entregas de ambas sagas), ni todo lo que ha dirigido Martin Campbell está a la altura de "La máscara del Zorro" o "Casino Royale", por lo que se da la triste coincidencia de que ambos han ido a coincidir en uno de sus momentos más bajos. Algo no funciona adecuadamente en "Al límite", y me temo que se trata de ese guión lleno de tópicos y esa realización plana que sólo adquiere consistencia en un par de escenas impactantes. La mayoría del metraje es un artificioso deja-vú en el que uno no llega a dormirse de aburrimiento pero poco falta, en el que las emociones sinceras brillan por su ausencia y, lo que es peor, en el que ni siquiera Mel Gibson logra hacer que el film sea mejor de lo que hubiera sido sin él. Gibson ha envejecido, como envejecemos todos, claro está, pero es ahora cuando resulta patente que este hombre se apoyaba mucho en el físico, y ese físico resultaba satisfactorio para interpretar a tipos guaperas y algo sinvergüenzas, pero cuando tiene que dar vida a un cincuentón traumatizado parece como si sus recursos estrictamente interpretativos fuesen insuficientes. Y, no nos engañemos, el único aliciente de "Al límite" era la presencia de Mel, y yo mismo ni me hubiese acercado a verla si no hubiese sido por él. Con todo, no se trata de un producto absolutamente desdeñable ni totalmente fallido, sino sólo de uno de esos cientos de films intrascendentes que da lo mismo ver que no ver, que no aportan nada, que incluso parece que ya los hayamos visto antes y, por tanto, no merece la pena recomendar a nuestras amistades. Junto a Gibson, destaca la presencia de un estupendo Ray Winstone (sus escenas tienen un plus de interés del que carecen aquéllas en las que es Gibson quien aparece) y un reiterativo Danny Huston, que calca mueca a mueca su personaje de "X-Men Orígenes: Lobezno". "Al límite" no es ni buena ni mala, ni tampoco todo lo contrario; por no ser, no es ni siquiera un "quiero y no puedo". Mel Gibson ha vuelto, sí, pero, si no hubiera vuelto, tampoco hubiera pasado nada.

Luis Campoy

Lo mejor: Ray Winstone
Lo peor: que te quede la sensación de que, sin estar mal del todo, te hubiera dado igual no haberla visto
El cruce: “Venganza” + “El síndrome de China”
Calificación: 6 (sobre 10)

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