Cine/ "BIENVENIDOS AL NORTE"


Éxito incomprensible

Que una película como “Bienvenidos al Norte” haya batido todos los récords de taquilla en Francia, desbancando a “Titanic” o “El Señor de los Anillos” sólo puede ser calificado, desde mi punto de vista, con un adjetivo: INCOMPRENSIBLE. Un funcionario de Correos, deseoso de ser trasladado con su familia a las soleadas playas del Sur, opta a una plaza reservada a minusválidos fingiendo una parálisis, tan torpemente que, como castigo, sus superiores le mandan durante dos años a un pueblecito del Norte, donde supuestamente, el frío es poco menos que polar y la gente, una especie de seres toscos y primitivos. Viendo “Bienvenidos al Norte” no puede evitar rememorar, con las lógicas reservas, aquella estupenda serie estadounidense titulada “Doctor en Alaska”, que venía a contar una historia similar, aunque con muchísimas más ambiciones y mejores resultados intelectuales y estéticos. En ambos casos, un individuo tiene que enfrentarse a una serie de miedos y prejuicios respecto a lo desconocido, y no sólo los superará con éxito sino que llegará un momento en que no querrá abandonar aquellas tierras a las que en principio temía acceder. No voy a decir que “Bienvenidos al Norte” carezca de alicientes (la simplicidad de las pequeñas cosas de la vida, el valor de la amistad), pero en el tono asumido por el director y co-protagonista Dany Boon pesan demasiado la idiosincrasia y el chauvinismo galos, tanto que, para disfrutar plenamente la película, no sólo hay que ser francés sino ser capaz de entender la multitud de giros idiomáticos que caracterizan a ese dialecto que hablan los “pueblerinos” que acaban por robar el corazón del funcionario urbanita encarnado por un mediocre Kad Merad. Desde “La cena de los idiotas” hasta las dos partes de “Los Visitantes”, pasando por las tres entregas de “Asterix y Obelix”, quienes hemos estudiado inglés desde niños hemos tenido oportunidad de acercarnos, a través del cine cómico, a un país y una cultura que no deja de sorprendernos por el uso y abuso del histrionismo, del chiste soez o gutural y por la desnuda sencillez del “fondo”. Escenas como las del restaurante, en la que se logra provocar la risa del espectador a base de muecas y casi rebuznos, contribuyen no poco a emparentar el film con esas viejas películas hispánicas filmadas por el inefable Mariano Ozores que, afortunadamente, en nuestro país han sido superadas por comedias mucho más inteligentes como “Fuera de carta” o “El Amor perjudica seriamente la salud”. Lo dicho: si ésto es lo que hace que los franceses acudan en tropel a llenar los cines de su país… con su pan (baguette) se lo coman.

Luis Campoy

Lo mejor: el canto a la amistad y a la simplicidad de la existencia
Lo peor: que un producto así pueda batir récords de taquilla en alguna parte del mundo
El cruce:Doctor en Alaska” + “Los Visitantes
Calificación: 5 (sobre 10)

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Quizá el hecho es que verla en versión original es imprescindible y que entender con facilidad el francés es más que recomendable para poder apreciar la película. Es cierto que no se trata más que de una comedia agradable, pero yo me reí muchísimo. Además, me gusta ver como algunos se ríen de sí mismos y de sus prejuicios y diferencias. En nuetro país, con la cartografía autonómica sobre la que habitamos, me gustaría ver cual serían los comentarios de algunos nacionalistas al respecto de que alguien se ría de su "identidad nacional".
Anónimo ha dicho que…
Para Anónimo (joder, cómo detesto escribir anónimos): Tienes razón, y ya lo digo en el propio artículo. Presiento que para valorar y disfrutar este film hay que ser francés o al menos entender perfectamente el idioma y la idiosincrasia galos. Pero ¿qué diablos?, "Casablanca" es perfectamente admirable aun cuando no se haya nacido en Casablanca, "El Padrino" es maravillosa aun para quienes no son gangsters y "Qué bello es vivir" es igual de bonita incluso si se ve en verano. ¿Te dice algo todo éso?.
Anónimo ha dicho que…
"Exito incomprensible". Perfecta definición.
Una película que en sus 90 minutos (no sé si más o menos, no contabilicé), no te saque más de dos o tres esbozos de una muy leve sonrísa, me parece algo así como "escandaloso" el éxito que ha tenido en su país.
El fondo de la película está bien: la amistad y cariño que se le coge a las personas.
El Director de Correos que ve como mejoran sus relaciones de pareja gracias a la distancia, por ¿increíble? que parezca.
Son las dos únicas pinceladas buenas que saqué de la película.

Besitos; Bichito
Anónimo ha dicho que…
Hello. And Bye.

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