Capturarlo o matarlo
El pérfido Osama Bin Laden, auténtica némesis de cualquier occidental no musulmán y no terrorista, ha difundido uno nuevo de sus comunicados emitidos desde ninguna parte, y en él propugna, cómo no, la Yihad o Guerra Santa contra los infieles (con especial mención a los judíos y aliados) y advierte al presidente electo Obama de que va a heredar el mismo legado de odio y destrucción que acompañó al inefable George W. Bush. Obama, de un modo que no me parece muy acorde con su talante, ha declarado que tales amenazas son ladridos propios de un perro poco mordedor (y que si no muerde, o muerde poco, no es sino porque ha sido acosado tanto, que no tiene armas ni acólitos directos con los que morder) y que, en cualquier caso, está deseando “capturarlo o matarlo”. Hombre, por mucho que Osama y Obama sean, incluso antes de iniciarse oficialmente su “romance”, enemigos a muerte irreconciliables, me choca un poco que no se anteponga más rotundamente el principio de la justicia sobre el del asesinato, pues creo que todos opinamos que a un criminal es mejor juzgarlo, condenarlo y aplicarle el castigo dictaminado por sus jueces que no limitarse a aniquilarlo primitivamente, alimentando, como en este caso, la aureola del mozo Bin Laden, que se convertiría en una especie de “mártir” del Islam. O sea, no es que el clon barbudo del madridista Raúl (¿os habéis fijado en el razonable parecido existente entre ambos iconos?) no se merezca la muerte propia por tanto que ha ocasionado y planificado la muerte ajena, pero ¿no es mejor que sea juzgado por las leyes de los hombres y no directamente exterminado en aras de la Ley del Talión?. En fin, que el culebrón Obama-Osama casi aún ni ha empezado y promete ponerse muy, muy pero que muy interesante.
Comentarios
solo tendremos que verlo trabajar y si con suerte no sale el malo de la pelicula y lo estropea todo, OBAMA puede hacer que todos volvamos a sentirnos bien o por lo menos saber que lo hemos intentado con buenos sentimientoS y buena fe, con ganas de trabajar, y con el talante de no creerse nada, solo que es un trabajador para la humanidad. ¡QUE RESPONSABILIDAD! PERO QUE BELLO.
UN BESITO
MARISA