Nueva singladura
A todo se acostumbra uno, a lo bueno y a lo no tan bueno. Quizás por éso no deja de sorprenderme esta nueva relación con alguien que comparte conmigo los mismos gustos musicales. Durante un viaje a Roquetas de Mar, escuchamos a Abba, a Elton John y, brevemente, a Luis Miguel. En nuestra última excursión, a Boney M, The Police y Roxy Music. Un poco de todo, y lo que ya casi me asombra es que, en la mayoría de los casos, se trate de música cantada en inglés y, aun así, mi acompañante y co-piloto no dude en soltarse el pelo y descolgarse con gorgoritos que se parecen a sonidos anglosajones. Pero también se defiende en la lengua de Cervantes y García Márquez. Recuerdo un día en que, viendo un telediario, nos convertimos en improvisados comentaristas de la actualidad, y de cada noticia teníamos algo que aportar, algo que opinar. También influye el hecho de haber nacido en el mismo país (cosa que uno valora solamente después de haber frecuentado otras compañías) y habernos educado en los mismos principios culturales y morales. Sólo así se ve la vida al unísono, sin miedo a que, en algún recodo del camino, acechen los fantasmas de oscuros intereses no por postergados menos reales. Por supuesto que ninguno estamos exentos de la posibilidad de fracasar, pero saber lo que se quiere y entregarse a conseguirlo, yendo con la verdad por delante, es una buena forma de afrontar lo bueno y lo malo que la existencia nos otorga. En mi corazón tetragenario de nuevo florecen la ilusión y la esperanza, las cuales tengo que revestir de paciencia y entereza, porque, si bien es cierto que el tiempo no transcurre igual de pausado a los cuarenta que a los veinte, precipitarse alocadamente sigue siendo lo más parecido a un suicidio. Cuesta creer que, cuando parece que la noche es cerrada y oscura, las luces del alba pintan paisajes de tenues perfiles cada vez mejor definidos. Una vez escribí que “Quien más amor da, más amor recibe”, y sigo creyendo a ciegas en esa rotunda afirmación. Cuando uno es capaz de querer, de querer mucho y sinceramente, lo lógico es que también llegue a ser querido. Lo que sucede es que, a veces, esa maravillosa respuesta emocional no es instantánea ni inmediata, y, otras veces, quien te da su amor no es el mismo corazón que en su día recibió el tuyo. Justicia poética, divina generosidad. Somos lo que hacemos, recibimos lo que damos. Antes o después. Y ¿cómo se empieza a querer a alguien? Creo que el Destino, al que muchos hemos negado y luego reafirmado en miles de ocasiones, nos maneja con hilos invisibles, nos hace bailar al son de su música silenciosa. En nuestra singladura por un oceáno de desventuras, rozamos, casi sin percibirlo, a la nave que navega a nuestro lado, mas sin ver otra cosa que, al frente, un faro de luz cegadora, una luz que, sin embargo, se consume en su propia evanescencia. A proa, tan sólo el vacío, la nada, la oscuridad. A estribor, emergiendo de entre la bruma, el navío que surca nuestro mismo destino, fijo su rumbo, estable su timón. La mar es calma y el viento, una brisa tibia y reconfortante. La venda cae de nuestros ojos y el amor contenido explosiona incontenible. A popa, tan sólo recuerdos, no todos buenos, y alguna enseñanza. En el horizonte, un presente que se funde en el futuro, un futuro que empieza hoy. Me gusta este viaje. Me gusta disfrutar cada escala del nuevo rumbo de mi vida, y las viejas canciones de Abba y Boney M me suenan mejor que nunca.
Comentarios
yo me he casado hace poquito, aunque ya vivia en pareja, hemos formalizado nuestra relación, es un ser estupendo y siempre hay que confiar que todo aquello que no te llegó...al final llega.
Vuelven las ilusiones...vuelve la vida... como siempre.
mil besos
MARISA
Son más que la vida... SON NUESTRAS PROPIAS VIDAS.
FELIZ NAVIDAD y como siempre que seas MUY FELIZ.
MARISA
Pues enhorabuena por este tu segundo, creo, matrimonio. Debes haber estado muy segura cuando has trasladado al papel tu sentimiento. Todavía queda gente que sigue convencida de que una aventura como ésa puede salir bien, y, como sé que, si te has embarcado en ella, debe haber sido libremente y no forzada, te deseo lo mejor de lo mejor. Y sí, las ilusiones son lo que da sentido a la vida, ilusiones como el descubrimiento de un nuevo amor o la inocencia de un niño. Que la Fortuna te bendiga, y que la Navidad te inunde de su magia.