Cine/ "HELLBOY II: El Ejército Dorado"
Imaginación al cuadrado
El club de las “segundas partes que son mejores que las primeras” tiene un nuevo socio: “Hellboy II” mejora con creces los resultados del primer título de la serie, también dirigido por el mexicano Guillermo Del Toro. ¿Qué ha cambiado entre uno y otro film? Probablemente, la madurez y el prestigio creciente de Del Toro (sobre todo después de las estupendas “El Laberinto del Fauno” y “El Orfanato”, esta última solamente como productor) han convencido a los mandamases de los estudios yanquis y a él mismo de que era capaz de acometer proyectos de mucha mayor envergadura; prueba de ello es que ya está preparando “El Hobbit”, la precuela de “El Señor de los Anillos”, que dirigirá de un tirón pero se estrenará dividida en dos entregas. Volviendo a “Hellboy II”, lo más llamativo es el modo en que se ha enriquecido el universo (cinematográfico) del diablo rojo de larga cola y cuernos recortados, riqueza visual y alegórica que sobrepasa la que contienen los comics de Mike Mignola en los que se inspira. Lo de menos es la simpleza del planteamiento básico, que recuerda sospechosamente al de “El Regreso de La Momia” y su continuación, “La Tumba del Emperador Dragón”: una criatura fantástica debe resucitar a un ejército legendario, cuyo control le permitirá sojuzgar a toda la Humanidad. Al villano de turno se enfrentarán los ya conocidos héroes de la función, esto es, el carismático Hellboy (Ron Perlman), su pareja Liz Sherman (Selma Blair) y el hombre pez Abe Sapien (Doug Jones), a los que acompaña esta vez un personaje nuevo, Johann Krauss, una especie de nube de gas confinada en un traje de buzo. Lo que diferencia a “Hellboy II” de la mayoría de títulos de acción recientes es el tiempo que se toma en analizar los sentimientos y motivaciones de todos sus protagonistas, tiempo que, inevitablemente, supone un pequeño lastre para que el ritmo de la película sea, por así decirlo, más vigoroso. Es la apuesta de Del Toro, su decisión personal: prefiere potenciar el retrato humano en detrimento de la acción, con lo cual existen numerosas lagunas que harán bostezar a más de un espectador. Sin embargo, todo se olvida cuando llegan las deslumbrantes secuencias en las que brilla más que nunca la prodigiosa inventiva de don Guillermo. No os miento cuando os digo que me pasé media proyección casi boquiabierto, alucinando ante el desfile de criaturas y, sobre todo, la creación de ambientes y universos. Portentosa imaginación, tanta que… casi diría que brilla en exceso, que el director se ha pasado tratando de embutir tantos conceptos en una sola obra. Ron Perlman, el carismático protagonista, parece haber dado con el papel de su vida, después de tantísimos años obligado, por su físico tan “especial”, a confinarse en papeles de monstruo o “freak”; todavía recuerdo cuando interpretaba al “león” protagonista de la serie de TV “La Bella y la Bestia”, con tanta majestuosidad y sensualidad que daba pena ver las caras de las espectadoras femeninas cuando veían el verdadero rostro del intérprete bajo la máscara. Perlman es el mejor Hellboy posible, aunque, sinceramente, no sé si Guillermo Del Toro es el director más indicado para confinar eternamente su inmenso talento en más secuelas de este comic tan peculiar.
Luis Campoy
Lo mejor: la imaginación apabullante de Guillermo del Toro
Lo peor: el exceso de fantasía en algunas secuencias, los bajones en el ritmo
El cruce: “Hellboy (I)” + “El Regreso de La Momia” + “Harry Potter y la Cámara Secreta”
Calificación: 8 (sobre 10)
Lo mejor: la imaginación apabullante de Guillermo del Toro
Lo peor: el exceso de fantasía en algunas secuencias, los bajones en el ritmo
El cruce: “Hellboy (I)” + “El Regreso de La Momia” + “Harry Potter y la Cámara Secreta”
Calificación: 8 (sobre 10)
Comentarios
Efectivamente. Efectos muy buenos, criaturas fantásticas, monstruitos, etc. muy bien. En ese aspecto la película está muy conseguida. Pero el ritmo es flojo. Hubo momentos que tuve que hacer esfuerzos por no cerrar los ojos y caer en brazos de Morfeo. Es una pena pues podía haber sido una gran película. Tenía todos los elementos necesarios, pero le ha faltado agilidad. Está bien hacer incursiones en los sentimientos de los personajes para mostrarlos al espectador, pero sin que eso convierta la cinta en un torraete. Y no estoy diciendo que haya que prescindir de estas escenas. Por ejemplo la visión de Hellboy como niño al principio de la película me resultó muy tierna y no me parece mal, pero sin sacrificar, en general, el ritmo. Un Saludo. JA desde Alicante.