Cine/ "ZOHAN, Licencia para Peinar"
Antídoto contra el 11-S
A fuerza de tanto pasar el (divertidísimo) tráiler, acabé sucumbiendo a la tentación de ir a ver “Zohan, Licencia para peinar”. Naturalmente, obtuve la misma impresión que, preconcebida, llevaba de ella antes de entrar a la sala: película estival, para pasar el rato fresquito, unas buenas risas, un montón de tópicos, un montón de chistes verdes, nada nuevo que ofrecer a la Historia del Séptimo Arte. Adam Sandler es un tipo que habitualmente me causa rechazo (tan sólo he visto “Ejecutivo Agresivo” y “Click”, esta última, por cierto, bastante aceptable), y en su composición de Zohan da muestras de por qué. Tiene mucho de la chulería y socarronería de nuestros Esteso y Pajares (cuando aún era “nuestro” Pajares), un aire de superioridad bastante indigesto, y su atractivo físico me parece, como mínimo, cuestionable. ¿Realmente alguien se lo cree como contraterrorista israelí metido a peluquero por el que suspiran un montón de sesentonas de Nueva York? Claro que, si nos ponemos a analizar un producto de estas características pretendiendo encontrar cualquier atisbo de verosimilitud, lo llevamos claro. Por éso, en lugar de profundizar en sus múltiples defectos, me parece sensato hacer mención de las pocas pero agradables sorpresas que “Zohan” nos puede deparar. Bajo su simplista visión del eterno conflicto palestino-israelí, del que se burla con tan pocos miramientos que acaba despertando nuestras simpatías, emerge en su parte final un extrañamente reconfortante mensaje de tolerancia, de respeto, de cooperación entre etnias marginadas que sólo uniéndose pueden hacer frente al enemigo común: el racismo, la xenofobia, desgraciadamente cada día más perceptibles en cualquier rincón del mundo. Ni Zapatero podría resistirse a la idea de echar unas risas cómplices ante tan hilarante muestra de las ventajas de una Alianza entre las Civilizaciones. Zohan, el mejor agente del Mossad israelí, todo un superhombre en el campo de batalla y en la cama, un icono de la virilidad judía, tiene el sueño inconfesable de hacerse peluquero; su archienemigo, su némesis palestina, El Fantasma, ansía vender zapatos. Ni que decir tiene que todos en el film logran su parcelita de felicidad (incluso las estrellas invitadas Mariah Carey, más hortera que nunca, John McEnroe, desmelenado y hasta descamisado, y George Takei, el “Sulu” de “Star Trek”, que estaba deseando airear su condición de homosexual) y la culminación de sus fantasías, jalonado todo ello por una sobredosis de hummus que, de algún modo, se erige en metáfora gastronómica del hermanamiento entre árabes y sionistas. Muy divertidas las composiciones de John Turturro, dotando de humanidad a su “Fantasma” y Rob Schneider (maquillado como taxista palestino y realizando la única interpretación medianamente conseguida de su carrera), y muy acertado el casting de la mayoría de los actores secundarios, desde la dulce Emmanuelle Chriqui hasta el estupendo Ido Mosseri (el “coleguita” de Zohan), que, por cierto, es israelí de pura cepa. Amparado en su licencia para peinar, “Zohan” se ríe de todo y de todos y sus excesivos alardes de promiscuidad sorprenden un poco a quienes habíamos llevado de la mano a nuestros hijos ignorando la proliferación de referencias sexuales no demasiado implícitas, pero sus sorprendentes efectos especiales (es curioso que en una producción “modesta” se haya logrado tal nivel en las escenas de acción, y que los dobles y los ordenadores realicen un trabajo tan creíble) y su innegable capacidad para hacernos creer que se puede arreglar un poco el mundo incluso mientras nos desternillamos de risa también merecen ser tenidas en consideración.
Luis Campoy
Lo mejor: el inicio en un Israel de tarjeta postal, los efectos especiales, el mensaje de tolerancia y cooperación
Lo peor: el abuso de la sal gorda y las excesivas connotaciones sexuales
El cruce: James Bond + “Eduardo Manostijeras” + “Algo pasa con Mary” + “Munich”
Calificación: 6 (sobre 10)
Comentarios
Película totalmente veraniega. Si la ponen en Navidades no se si hubiese tenido tanto éxito. Hay que ir a verla pensando que vas a ver una película chorra. Es la única forma. Graciosilla con algunos golpes graciosos. Le pones un 6 por que estamos en verano y estamos más relajados. No pasa del 5 raspado y ya digo porque estamos en época estival. Resumiendo, lo mejor el trailer. Saludos. JA desde Alicante.