Cine/ "SPEED RACER"

Fernando Alonso a todo color


Ante un producto como "Speed Racer" uno no sabe muy bien a qué carta quedarse. ¿Se trata de una obra personalísima e innovadora o de un capricho carísimo y fallido? Si juzgamos por los primeros resultados de taquilla, parece que más bien lo segundo; y sin embargo ... Hay momentos en esta nueva película de los Hermanos (¿o deberíamos decir "hermanas"?; uno de ellos se dice que se ha transexualizado) Wachowski, creadores de la trilogía "Matrix", en los que quien ésto suscribe se quedó auténticamente con la boca abierta. Adaptación tardía de una célebre teleserie de dibujos animados de origen japonés, "Speed Racer" (estúpido juego de palabras que, por un lado, significa "corredor veloz" pero que, en realidad, tan sólo designa a un muchacho cuyo nombre de pila es "Speed" y que tiene por apellido "Racer") asume tan fervientemente su condición de comic que no duda en aunar lo mejor de la estética innovadora de otros dos films inspirados en sendos tebeos: "Dick Tracy" y "300". Del primero toma prestada su paleta cromática compuesta de colores puros y chillones, mientras que del segundo recupera la ejecución tecnológica tan propia del séptimo arte del siglo XXI: tan sólo los actores tienen una existencia real y corpórea, mientras que todo lo demás (escenarios, decorados, vehículos, efectos especiales) ha sido generado por ordenador. Si por algo cautivó el primer "Matrix" a miles de aficionados de todo el mundo fue porque supo combinar la parafernalia tecnológica con un sustrato argumental de connotaciones filosóficas, metafísicas y religiosas. Ese es el punto flaco de "Speed Racer", que en ningún momento logra revestir de fondo a la forma, otorgar sustancia al artificio. ¿O acaso ni siquiera lo pretendía? Lo cierto es que, desde que comienza hasta que termina, la película es una montaña rusa visual desprovista de enjundia, un manjar deliciosamente presentado que, cuando se le hinca el diente, sabe a… nada. El guión de cualquiera de los episodios de la serie original probablemente superaría con mucho al de su ambiciosa adaptación, y los actores elegidos para incorporar a sus personajes unidimensionales (John Goodman, Susan Sarandon, Christina Ricci, Matthew Fox y el protagonista Emile Hirsch) difícilmente volverán a estar tan mal dirigidos y desaprovechados.

Lo mejor: la fantasía subyugante de su puesta en escena
Lo peor: la nadería de su (tras)fondo
El cruce: “Cars” + “Dick Tracy” + “300”

Calificación: 5,5 (sobre 10)

Luís Campoy

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