Cine/ 1408

La habitación diabólica
Algo sobrevalorada por determinados críticos, “1408” es, por encima de todo, un recital interpretativo de su protagonista, John Cusack, famoso por elegir acertadamente cada proyecto en el que interviene. La película se basa en una novela corta de Stephen King que parece una especie de remake o vuelta de tuerca a la genial “El Resplandor”, que dio pie a la no menos conseguida obra de Stanley Kubrick. Un escritor escéptico que acaba de divorciarse tras perder a su hija, víctima de un cáncer galopante, malvive escribiendo libros cutres en los que se dedica a desmontar leyendas urbanas en torno a casas falsamente encantadas. Un día alguien le habla del Hotel Dolphin, cuya habitación 1408 (por favor, léase “catorceceroocho”) no es jamás alquilada por haberse producido en ella extraños sucesos violentos y luctuosos. Nuestro escritor se empecinará en alojarse en la “habitación del pánico”… y durante su estancia en ella tendrá sobrados motivos para arrepentirse de su osadía.

“1408” juega con las emociones del espectador con un manejo muy hábil del susto, del impacto visual súbito, pero fracasa ligeramente en su pretensión de conmover emocionalmente. En realidad, el excesivamente largo metraje promete muchísimo más de lo que da, lo que da muestra de la habilidad de su realizador Mikael Häfstrom, al que, sin embargo, le falta la pericia necesaria para rematar felizmente la faena. Durante la mayor parte del film, lo que nos aterroriza es la posibilidad misma de ser aterrorizados de modo aterrador, si bien lo cierto es que la mayoría de los trucos son, en realidad, perfectamente predecibles y previsibles.

Simpática por su modestia y su obvia falta de pretensiones de trascendencia, donde únicamente brilla “1408” es en el terreno interpretativo, donde John Cusack realiza un esfuerzo más que sobresaliente (si no le nominan al Oscar será sólo porque se trata de un film “de género”, y además más bien modestito), que, de hecho, da la sensación de estar muy por encima del nivel de la propia película. Ah, y la participación de Samuel L. Jackson es tan simbólica (a pesar de colocar su nombre al mismo nivel protagónico que el de Cusack) que tan sólo aparece en un par de secuencias.

Mucha tensión, buena ambientación, falta de originalidad, abuso de clichés del género y dos o tres sustos impactantes, todo ello girando alrededor del estupendo trabajo de su estrella masculina. Así podríamos definir esta “1408” que, si por algo se ha vendido internacionalmente, es tan sólo por el nombre de Stephen King, mucho más conocido para el gran público que el de su excelente actor protagonista.

Luis Campoy

Lo mejor: John Cusack
Lo peor: el aire de "deja vu"
El cruce: "El Resplandor" + "Poltergeist"
Calificación: 6 (sobre 10)

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