¿Será Schuster un nuevo Camacho?
Puede que tampoco el juego desplegado hasta ahora por mi equipo habitual, el Fútbol Club Barcelona, sea como para tirar cohetes… pero ¿soy yo el único que piensa que el nuevo Real Madrid de Bernd Schuster es una máquina en la que falla prácticamente todo? Casi cada semana han ido incorporándose nuevas “estrellas” (tan rutilantes como el hiperfamoso Pepe, tan caro como desconocido), pero ni el susodicho, ni el “traidor” Saviola, ni el portero Dudek (qué chiste tan fácil sobe cuántas dudas inspira cada vez que sustituye a Casillas), ni Metzelder, ni los recién llegados (y lógicamente inadaptados) Snejder y Drenthe han hecho gran cosa, por no decir nada. El técnico alemán (que, por cierto, también se rumoreó como posible sustituto de Rijkaard en el Barça) aún no ha sido capaz de definir no sólo un once titular (cosa lógica si tenemos en cuenta que, hasta el día de hoy, la plantilla aún sigue abierta y algunos pilares básicos como Van Nistelrooy todavía no habían podido integrarse) sino, ni siquiera, un sistema de juego propio o característico. Ver los partidos de pretemporada del Madrid está siendo un calvario para sus seguidores, y un verdadero gozo para sus detractores, que los tiene. Y ni siquiera la utópica llegada de Silva, Robben o Ballack, por no decir la de los mucho más elusivos Kaká o Cristiano Ronaldo, podría mejorar, a corto plazo, la imagen de impotencia que está dando el club ganador de la última Liga Española. ¿Acaso no funcionaba mucho mejor el equipo merengue cuando aún conservaba a Beckham, Ronaldo y Roberto Carlos? Yo pienso que sí, y más de uno estará dándose cuenta de que la solución de los problemas galácticos no tenía por qué consistir en la teletransportación de la mayoría de ellos. Todo ello me lleva a preguntarme, a juzgar por lo visto hasta el momento, si don Bernardo será capaz de mantenerse en el banquillo más tiempo de lo que hizo don José Antonio (Camacho).
Comentarios
Con todo, lo más decepcionante es que al terminar la Liga se hablaba de Cesc, Kaka o Cristiano Ronaldo y, más recientemente, de Dani Alves. Calderón se está ganando una merecida fama de vendedor de humo.