Cine: mi comentario sobre "EL ILUSIONISTA"
Europa, finales del siglo XIX. Un mago es capaz de llenar teatros gracias a sus asombrosos trucos, mientras otro hombre trata en vano de descubrir sus secretos. En medio, una hermosa mujer que acentuará la rivalidad entre los dos. ¿A que parece que estoy contándoos el argumento de “El Truco Final (El Prestigio)”, la película de la que os hablé de modo muy entusiasta hace unas semanas?. Pues no. Se trata de la historia que narra “El Ilusionista”, un film que se estrenó en España en Noviembre del pasado año y que pasó (injustamente) desapercibido.
No es la primera vez que dos películas paralelas en el tiempo se arriesgan a contar prácticamente la misma historia, aun a riesgo de que el público se decante por una de las dos e ignore la otra. Sucedió hace años con “Robin Hood, Príncipe de los Ladrones” y “Robin Hood, el Magnífico”; con “Las Amistades Peligrosas” y “Valmont”; con “Tombstone” y “Wyatt Earp”; y, más, recientemente, con “Truman Capote” e “Infamous”. Nuevamente se repite la misma historia, y me atrevería a decir que si “El Ilusionista” se hubiese estrenado DESPUÉS y no ANTES de “El Truco Final”, otro gallo hubiera contado. Porque, si bien es cierto que “El Ilusionista” es una película bastante correcta, con algún momento realmente inspirado, no es menos verdad que la puesta en escena de su “rival” es tan brillante, tan deslumbrante, que yo mismo me quedé con ganas de más, y por éso (y no por otra cosa) he hecho lo imposible por repescar el film que ahora estoy comentando, y que protagonizan Edward Norton, Paul Giamatti, Ruful Sewell y Jessica Biel.
Narrada de forma clásica e incluso elegante, con movimientos de cámara solemnes y encuadres sacados directamente de un manual de cinematografía, lo que más convence de “El Ilusionista” es la sobria interpretación de su protagonista, un Edward Norton que no hace sino confirmar su calidad papel tras papel. Su mago Eisenheim resulta fascinante, admirable, enternecedor y hasta aterrador, y en nada se parece a sus composiciones para “Las Dos caras de la verdad”, “American History X” o “El Dragón Rojo”. Apoyándole, Paul Giamatti (que empieza a repetirse en su eterno papel de hombre desbordado por los acontecimientos), Rufus Sewell (encasilladísimo en roles de villano) y una dulce Jessica Biel cuya combinación de inocencia y carnalidad es digna de mención.
A pesar de sus múltiples semejanzas, la diferencia entre “El Ilusionista” y “El Truco Final (El Prestigio)” es la misma que separa lo correcto de lo brillante, lo notable de lo sobresaliente. Dirigida por el casi debutante Neil Burger, mientras la veía, y a pesar de que, en líneas generales, me estaba gustando, notaba cierta indefinición a la hora de rematar algunas secuencias, y, sobre todo, bastante torpeza en la confección de sus diálogos. Y ¿qué demonios? su “sorprendente” final es uno de los más fáciles de adivinar a los que me he enfrentado (o, al menos, yo lo intuí desde el principio, cosa, que, por cierto, también me sucedió parcialmente con “El Truco Final”). En cualquier caso, pienso que ver “El Ilusionista” no es perder el tiempo, y, éso sí, confío en que, para presenciar una nueva película sobre magos, haya que esperar, como mínimo, hasta julio, fecha del estreno de la quinta entrega de “Harry Potter”.
Luis Campoy
Calificación: 7 (sobre 10)
No es la primera vez que dos películas paralelas en el tiempo se arriesgan a contar prácticamente la misma historia, aun a riesgo de que el público se decante por una de las dos e ignore la otra. Sucedió hace años con “Robin Hood, Príncipe de los Ladrones” y “Robin Hood, el Magnífico”; con “Las Amistades Peligrosas” y “Valmont”; con “Tombstone” y “Wyatt Earp”; y, más, recientemente, con “Truman Capote” e “Infamous”. Nuevamente se repite la misma historia, y me atrevería a decir que si “El Ilusionista” se hubiese estrenado DESPUÉS y no ANTES de “El Truco Final”, otro gallo hubiera contado. Porque, si bien es cierto que “El Ilusionista” es una película bastante correcta, con algún momento realmente inspirado, no es menos verdad que la puesta en escena de su “rival” es tan brillante, tan deslumbrante, que yo mismo me quedé con ganas de más, y por éso (y no por otra cosa) he hecho lo imposible por repescar el film que ahora estoy comentando, y que protagonizan Edward Norton, Paul Giamatti, Ruful Sewell y Jessica Biel.
Narrada de forma clásica e incluso elegante, con movimientos de cámara solemnes y encuadres sacados directamente de un manual de cinematografía, lo que más convence de “El Ilusionista” es la sobria interpretación de su protagonista, un Edward Norton que no hace sino confirmar su calidad papel tras papel. Su mago Eisenheim resulta fascinante, admirable, enternecedor y hasta aterrador, y en nada se parece a sus composiciones para “Las Dos caras de la verdad”, “American History X” o “El Dragón Rojo”. Apoyándole, Paul Giamatti (que empieza a repetirse en su eterno papel de hombre desbordado por los acontecimientos), Rufus Sewell (encasilladísimo en roles de villano) y una dulce Jessica Biel cuya combinación de inocencia y carnalidad es digna de mención.
A pesar de sus múltiples semejanzas, la diferencia entre “El Ilusionista” y “El Truco Final (El Prestigio)” es la misma que separa lo correcto de lo brillante, lo notable de lo sobresaliente. Dirigida por el casi debutante Neil Burger, mientras la veía, y a pesar de que, en líneas generales, me estaba gustando, notaba cierta indefinición a la hora de rematar algunas secuencias, y, sobre todo, bastante torpeza en la confección de sus diálogos. Y ¿qué demonios? su “sorprendente” final es uno de los más fáciles de adivinar a los que me he enfrentado (o, al menos, yo lo intuí desde el principio, cosa, que, por cierto, también me sucedió parcialmente con “El Truco Final”). En cualquier caso, pienso que ver “El Ilusionista” no es perder el tiempo, y, éso sí, confío en que, para presenciar una nueva película sobre magos, haya que esperar, como mínimo, hasta julio, fecha del estreno de la quinta entrega de “Harry Potter”.
Luis Campoy
Calificación: 7 (sobre 10)
Comentarios
En lo que no estoy de acuerdo es en que pasara desapercibida en España ya que aquí ha sido un auténtico exitazo. Yo que sigo normlmante las recaudaciones de las películas he ido viendo que El Ilusionista ha mantenido el tipo como un jabato entre las diez más vistas durante semanas y semanas. Ha gustado mucho al público femenido y ha tenido un buen boca-oreja.
¡Saludos!