Comic: "DINASTIA DE M"
Ya llevamos dos meses de publicación de la esperada saga “Dinastía de M” (“Casa de M” según reza el título original inglés), y va siendo hora de hacer algún que otro balance preliminar al respecto de uno de los más importantes acontecimientos ocurridos en Marvel en lo que va de siglo.
Wanda Maximoff, alias la Bruja Escarlata, hermana de Pietro Maximoff, conocido como Mercurio (ambos dos, conocidos Vengadores) e hija de Eric Magnus Lensherr, el temido Magneto, perdió la cabeza hace algunos meses. Cuando tú o yo perdemos la cabeza, simplemente nos volvemos un poco tarumbas y jaleamos al equipo de fútbol al que antes abucheábamos, votamos al partido político contrario a nuestros intereses o, en el peor caso, provocamos algún desastre doméstico de pequeñas proporciones. Pero, amigo, cuando a la Bruja Escarlata se le va la olla, lo que sucede es que los poderosos Vengadores se enfrentan al peor día de su vida, y más de uno no verá la luz del día siguiente. Sota de Corazones, el nuevo Hombre Hormiga, la Visión y Ojo de Halcón fueron víctimas de la locura de Wanda, cuya mente no pudo soportar la inexistencia de sus hijos. Magneto, ejerciendo (para variar) de amoroso padre, se llevó a su hija a la remota Genosha, antaño floreciente paraíso mutante, con el fin de tratar de recomponer su mente.
Ante el hecho de que un poder devastador como el de la Bruja Escarlata haya quedado sin control y las posibles víctimas puedan contarse por miles o incluso por millones, los Nuevos Vengadores y la Patrulla-X se reúnen, junto con otros héroes, para decidir si deben quedarse sentados esperando un nuevo episodio de locura o si, por el contrario, deben intervenir, incluso llegando al punto de ejecutar a Wanda. Desplazados hasta Genosha, de repente desaparecen en medio de un haz cegador de luz blanca, y cuando despiertan… el mundo ya no es lo que era.
La Bruja Escarlata ha creado una realidad alternativa, un mundo nuevo en el que los mutantes son la especie preponderante y sólo algunos humanos normales consiguen sobresalir. Todo ello bajo el control de Magneto y su dinastía, la Dinastía de M (“M” de Magnus o Magneto). La mayoría de los personajes del universo Marvel convencional continúan existiendo y conservan sus características y rasgos distintivos, pero sus realidades son muy distintas. Por poner un par de ejemplos, Spiderman es un icono mediático, un actor de éxito conocido por todo el mundo, y Lobezno es un obediente agente de SHIELD. Cada uno de ellos vive en el entorno de felicidad que Wanda cree que merece y necesita, y todo va a las mil maravillas hasta que…
Como dije al principio, ya se han publicado en España los dos primeros episodios de la saga central del crossover (cuatro ejemplares en total), además de unos cuantos tomos recopilatorios en los que cada personaje, a título individual, ve cómo su existencia se ve modificada en el seno de esta nueva realidad. Como ya he dicho alguna vez, me niego a estudiar en profundizar, a tiempo real, cómo se van publicando las colecciones en los USA, porque prefiero dejarme sorprender cuando llegue a España la historia en cuestión, ya debidamente editada y traducida. Al parecer, dicen los de Marvel que los sucesos de “Dinastía de M” afectarán drásticamente al Universo Marvel que todos conocemos, pero, sinceramente, dudo mucho que vaya a ser así.
En cuanto a la calidad intrínseca de la serie, he de reconocer que su lectura es entretenida y algunas de las situaciones que plantea son ciertamente interesantes. El guión es obra del multiocupado Brian Michael Bendis (que continúa escribiendo “Ultimate Spiderman” y “Los Nuevos Vengadores”) y los dibujos son de Oliver Coipiel, que no lo hace mal pero podría hacerlo bastante mejor, aunque hay que reconocer que su trabajo, rematado por el entintado de Tim Townsend, sugiere una franca mejoría. Como curiosidad, decir que la edición española de Panini incluye dos portadas alternativas para cada episodio, las oficiales pintadas por Esad Ribic y las que, simuiltáneamente, han elaborado algunos conocidos dibujantes de la Casa de las Ideas. Finalmente, y a título personal, os contaré la sensación gratificante que me inundó ante la presencia de Clint Barton, Ojo de Halcón, uno de los Vengadores más carismáticos y con más posibilidades, y que nunca entendí muy bien por qué Bendis tuvo que ¿asesinar?.
Wanda Maximoff, alias la Bruja Escarlata, hermana de Pietro Maximoff, conocido como Mercurio (ambos dos, conocidos Vengadores) e hija de Eric Magnus Lensherr, el temido Magneto, perdió la cabeza hace algunos meses. Cuando tú o yo perdemos la cabeza, simplemente nos volvemos un poco tarumbas y jaleamos al equipo de fútbol al que antes abucheábamos, votamos al partido político contrario a nuestros intereses o, en el peor caso, provocamos algún desastre doméstico de pequeñas proporciones. Pero, amigo, cuando a la Bruja Escarlata se le va la olla, lo que sucede es que los poderosos Vengadores se enfrentan al peor día de su vida, y más de uno no verá la luz del día siguiente. Sota de Corazones, el nuevo Hombre Hormiga, la Visión y Ojo de Halcón fueron víctimas de la locura de Wanda, cuya mente no pudo soportar la inexistencia de sus hijos. Magneto, ejerciendo (para variar) de amoroso padre, se llevó a su hija a la remota Genosha, antaño floreciente paraíso mutante, con el fin de tratar de recomponer su mente.
Ante el hecho de que un poder devastador como el de la Bruja Escarlata haya quedado sin control y las posibles víctimas puedan contarse por miles o incluso por millones, los Nuevos Vengadores y la Patrulla-X se reúnen, junto con otros héroes, para decidir si deben quedarse sentados esperando un nuevo episodio de locura o si, por el contrario, deben intervenir, incluso llegando al punto de ejecutar a Wanda. Desplazados hasta Genosha, de repente desaparecen en medio de un haz cegador de luz blanca, y cuando despiertan… el mundo ya no es lo que era.
La Bruja Escarlata ha creado una realidad alternativa, un mundo nuevo en el que los mutantes son la especie preponderante y sólo algunos humanos normales consiguen sobresalir. Todo ello bajo el control de Magneto y su dinastía, la Dinastía de M (“M” de Magnus o Magneto). La mayoría de los personajes del universo Marvel convencional continúan existiendo y conservan sus características y rasgos distintivos, pero sus realidades son muy distintas. Por poner un par de ejemplos, Spiderman es un icono mediático, un actor de éxito conocido por todo el mundo, y Lobezno es un obediente agente de SHIELD. Cada uno de ellos vive en el entorno de felicidad que Wanda cree que merece y necesita, y todo va a las mil maravillas hasta que…
Como dije al principio, ya se han publicado en España los dos primeros episodios de la saga central del crossover (cuatro ejemplares en total), además de unos cuantos tomos recopilatorios en los que cada personaje, a título individual, ve cómo su existencia se ve modificada en el seno de esta nueva realidad. Como ya he dicho alguna vez, me niego a estudiar en profundizar, a tiempo real, cómo se van publicando las colecciones en los USA, porque prefiero dejarme sorprender cuando llegue a España la historia en cuestión, ya debidamente editada y traducida. Al parecer, dicen los de Marvel que los sucesos de “Dinastía de M” afectarán drásticamente al Universo Marvel que todos conocemos, pero, sinceramente, dudo mucho que vaya a ser así.
En cuanto a la calidad intrínseca de la serie, he de reconocer que su lectura es entretenida y algunas de las situaciones que plantea son ciertamente interesantes. El guión es obra del multiocupado Brian Michael Bendis (que continúa escribiendo “Ultimate Spiderman” y “Los Nuevos Vengadores”) y los dibujos son de Oliver Coipiel, que no lo hace mal pero podría hacerlo bastante mejor, aunque hay que reconocer que su trabajo, rematado por el entintado de Tim Townsend, sugiere una franca mejoría. Como curiosidad, decir que la edición española de Panini incluye dos portadas alternativas para cada episodio, las oficiales pintadas por Esad Ribic y las que, simuiltáneamente, han elaborado algunos conocidos dibujantes de la Casa de las Ideas. Finalmente, y a título personal, os contaré la sensación gratificante que me inundó ante la presencia de Clint Barton, Ojo de Halcón, uno de los Vengadores más carismáticos y con más posibilidades, y que nunca entendí muy bien por qué Bendis tuvo que ¿asesinar?.
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