Barcelona 1-Madrid 1
Al final… empate a 1 y reparto de puntos. Creo que ninguno esperábamos un resultado como éste, y menos cuando, después de un penalty cometido por Roberto Carlos en el minuto 25 del primer tiempo, el rapado brasileño que viste de blanco fue justamente expulsado. La pena máxima la transformó Ronaldinho, y, aunque he de admitir que el penalty en cuestión no lo ví del todo claro, sí fue convenientemente punible la actitud de Roberto Carlos, ansioso por protestar cualquier decisión del colegiado. En fin, enorme entrada de público en el Camp Nou, alineaciones de gala en los dos equipos (a excepción del capitán madridista Raúl, que no pudo tirar del carro como siempre suele ser su obligación) y confirmación de la preocupante tendencia que yo apuntaba en mi artículo de anteayer: el Barça fue incapaz de marcar en jugada, a pesar de lo mucho que lo intentó. Cabe felicitar al Real Madrid por no haberse rendido en ningún momento, a pesar de que estaba en inferioridad numérica, y también cabe lamentarse por la enésima lesión de Thiago Motta, que llega en un momento particularmente inoportuno, cuando ni Márquez ni Edmilson están operativos.
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