Comic: "LOS NUEVOS VENGADORES 4"

Hace unos días leí, disfruté y, por supuesto, registré en mi base de datos el cuarto ejemplar de la nueva colección de Los Vengadores, o, mejor dicho, la actual colección de Los Nuevos Vengadores. Con esta serie me está pasando lo que sucede siempre que las expectativas se desmesuran en función a unas críticas que evalúan no sólo la calidad de un facsímil determinado, sino el desarrollo cualitativo de una docena de ellos. Ya dije en su momento que el primer episodio me defraudó un poquito, pero sólo porque quienes habían disfrutado la colección completa (en la edición USA) la habían puesto tan por las nubes que yo analicé aquel número de debut desde una perspectiva… más terrestre. Sin embargo, episodio tras episodio, la cosa ha ido mejorando, y, no nos engañemos, amigos, Los Vengadores, con o sin el adjetivo “Nuevos” delante del sustantivo, no son los “Watchmen”, y no basta un buen planteamiento literario para conformar a los fans: hacían falta peleas, escenas de acción llenas de adrenalina y, naturalmente, tácticas de combate en equipo, que es lo que Brian Michael Bendis, el guionista, nos ha ido dosificando hasta llegar a esta cuarta entrega. He mencionado la adrenalina, pero también habría que hablar de testosterona, y, no sólo referida a un machismo belicoso mal entendido, sino a ilustraciones como la que David Finch dedica a glosar el buen estado físico de Jessica Drew, Spiderwoman. Viendo este dibujo por primera vez, uno no puede evitar explorar cada curva e imaginar cada milímetro de superheroica anatomía femenina, y el resultado es, en sí mismo, espectacular. No obstante, y ya en otro orden de cosas, algo que me pregunto es por qué se está poniendo de moda el drástico cambio de look de tantos y tantos personajes: desde un Luke Cage que apenas se parece al de los años 70 hasta ese Electro que luce una calva digna del teniente Kojak. Ya sé que hay que evolucionar con los tiempos, pero tampoco es bueno alejarse de los orígenes. Y ya que hablo de “orígenes” y “evolución”, hay destacar el regreso (aquí sólo anticipado, por cuanto no llega a aparecer físicamente) de Sauron, uno de los personajes de ascendencia prehistórica de la Marvel de los 70 (otros podrían ser Stegron, Gog y Dinosaurio Diabólico) que, visto desde la perspectiva que da el tiempo, ya resulta imposible no confundir (semánticamente) con el villano de “El Señor de los Anillos”. Por cierto, hablando de mitología tolkieniana, ¿recordáis cómo se llamaba el caballo alado de otro vengador, el Caballero Negro?.. Ni más ni menos que…. ¡Aragorn!.

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