Cine actualidad/ “VENOM”


 No sin mi simbionte

Fue un domingo de 1986.  Para amenizar uno de mis primeros viajes con destino a Lorca, compré en el kiosco de la estación de tren de Alicante un par de comics retapados que compilaban la mini serie “Secret Wars” que Marvel publicó originalmente entre Mayo de 1984 y Abril de 1985.  En el episodio 8 de la saga, Spiderman se metía en una extraña máquina y salía de ella con un nuevo traje negro y blanco, con el que se sentía “más sexy y más poderoso”.  A partir de ese momento, el otro yo humano del super héroe, Peter Parker, se sintió capaz de llevar a cabo fabulosas hazañas pero, al mismo tiempo, comenzó a percibir continuados síntomas de agotamiento, hasta que descubrió que su “traje” no era sino una criatura viva y extraterrestre, un simbionte que por las noches, cuando Peter estaba dormido, tomaba el control y le “obligaba” a actuar de forma violenta y despiadada.  Cuando Parker logró deshacerse del malvado simbionte, éste tuvo que buscar otro huésped y lo halló en el fotógrafo amargado Eddie Brock, que odiaba a la par a Peter Parker y a Spiderman (sin saber entonces que ambos eran la misma persona) y les culpaba de todos sus males.  El simbionte y Brock se fusionaron dando lugar a la entidad conocida como Venom (Veneno, en España), y de este modo nació uno de los más terribles y populares enemigos del Trepamuros.

Años después de aquello, la errática política de venta de derechos llevada a cabo por Marvel hizo que la franquicia arácnida (que incluía al propio Spiderman, a su fabuloso elenco de villanos y a su no menos magnífica prole de personajes secundarios) recalara en Columbia Pictures, más tarde adquirida por Sony.  Esto en la práctica ha querido decir que cuando Marvel pudo levantar su propia productora cinematográfica apenas ha podido contar con una porción de su vasto catálogo de superhéroes, mientras que productoras rivales como 20th Century Fox o la citada Sony se hallaban legitimadas para utilizar a su antojo a los mutantes de la patrulla X, los Cuatro Fantásticos o el mencionado Spiderman, la marca insignia de la casa.  Recientemente, un complejísimo acuerdo legal ha permitido que Marvel incluya al Hombre Araña en algunas de sus películas, pero es Sony quien sigue ostentando los derechos y puede llevar a cabo producciones marginales como es el caso de la que hoy comentamos aquí:  Venom”.

Tal como indicábamos al principio, en los comics Venom era uno de los principales villanos de Spiderman, tanto que pudiera ser considerado su auténtico reverso tenebroso.  Ya el diseño del traje simbiótico así lo da a entender:  negro con los detalles arácnidos en blanco, como si de un negativo fotográfico se tratara;  pero, también, el espíritu del personaje representa el lado oscuro de Peter Parker, al despojársele de su bondad y sentido de la responsabilidad y ser sustituídas éstas por una maligna psicosis y una fuerza bruta sin conciencia.  La primera aparición en el cine de Veneno, en “Spiderman 3” de Sam Raimi, respetaba escrupulosamente estos detalles así como el nacimiento del villano, pero el film en sí mismo fue un cúmulo de despropósitos tan grande que, a pesar de su excelente recaudación, dio al traste con la exitosa saga que hasta entonces había realizado Sam Raimi.

La recién estrenada “Venom” prescinde totalmente de Spiderman, que en esta ocasión no tenía “permiso” para aparecer ni para ser siquiera mencionado.  Por lo tanto, el origen del personaje queda absolutamente desvirtuado, y en su vestimenta se ha suprimido la característica araña blanca.  Naturalmente, sí existe un simbionte, y sí aparece un portador para el mismo que se llama Eddie Brock, pero sus motivaciones son totalmente diferentes.  Si originalmente era un fotógrafo celoso de Peter Parker/Spiderman y deseoso de vengarse de ambos, ahora es un periodista venido a menos que accidentalmente es poseído por un alienígena con pretensiones de conquistar la Tierra.  Brock tendrá que lidiar con su viscosa carga utilizando el inconmensurable poder que ello supone, y al tiempo deberá aprender a controlar los perversos instintos de la criatura, redirigiéndolos únicamente hacia quienes, a su juicio, sí merecen ser masacrados y exterminados.

Lo primero que me sorprendió, al anunciarse la puesta en marcha del film, fue que el gran Tom Hardy (carismático actor británico con una sólida reputación) accediese a enfundarse el simbionte después de haber desempeñado roles mucho más prestigiosos en títulos como “Mad Max: Furia en la carretera”, “El niño 44”, “Legend” o “El renacido”.  Supongo que a Hardy, además de un jugoso cheque con bastantes ceros, debió parecerle atractiva la posibilidad de intervenir en otro comic para adultos, más violento aún que “El caballero oscuro: La leyenda renace” en el que encarnó al musculoso Bane.  Lamentablemente, en el producto final que ha entregado el director Ruben Fleischer si algo destaca es un sentido del humor más bien zafio, al haberse quedado muchas escenas de violencia explícita en la sala de montaje.  Los productores pensaron que una calificación “R” podría restringir la venta de entradas al impedir el acceso del público juvenil, así que, al igual que sucediera en la veraniega “Megalodon”, algunas de las mejores secuencias rodadas duermen el sueño de los justos.

Las primeras críticas que leí de “Venom” hablaban de un subproducto penoso y deleznable, al nivel de “maravillas” como “Catwoman” o “Los 4 fantásticos” de Josh Trank.  Después de haberla visto, mi opinión es un poco más benévola:  o sea, buena, lo que se dice buena, no es, pero tampoco es tan mala como me esperaba.  Se trata de una apuesta indisimulada por el entretenimiento más primario y visceral, con humor, acción y efectos especiales bastante aparentes que, como mínimo, consiguen que te olvides del mundanal ruido durante un rato, cosa que tampoco viene mal en estos tiempos turbulentos.  Si queréis inteligencia y calidad, buscad “El reino” o “Todos lo saben”, pero si sólo queréis echar unas risas y gozar con unos cuantos combates entre simbiontes con muy mala baba y la lengua muy larga, “Venom” no os decepcionará.

Luis Campoy

Lo mejor:  los efectos especiales, muy logrados
Lo peor:  el guión, los diálogos, los personajes secundarios, el desvirtuado origen del personaje
El cruce:  Spiderman 3” + “Ghost Rider” + “Aliens
Calificación:  6 (sobre 10)

Comentarios

Alí Reyes ha dicho que…
Fìjate que desconocìa esa debacle de la Marvel que le impide hacer uso legal del Hombre araña

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