¡Mi primera novela!


En el año olímpico de 1992, acababa de rodar un cortometraje amateur titulado “El Butanero siempre llama dos veces”, una comedia grabada en video que parodiaba y homenajeaba a algunas de mis películas favoritas.  El Butanero…” aún no se había estrenado (no se estrenaría hasta el año siguiente), pero yo ya estaba pensando en próximos proyectos, y, como lo que más me gustaba, más incluso que el cine, era escribir, lo primero que surgió fue un relato, un cuento que esta vez no sería humorístico.  Eran los años en que las sobremesas de las principales cadenas televisivas se nutrían de lacrimógenos culebrones sudamericanos, y tuve la ocurrencia de elaborar una historia que mezclase ese concepto con algún ingrediente digamos…  fantástico.  La protagonista sería una mujer que se siente incompleta y desconoce cómo alcanzar la plenitud, y el título con el que la bauticé, “Sangre”, haría referencia a la maduración femenina, pero también evocaría a clásicos como Polidori o Sheridan Le Fanu.  Poco a poco, el relato se fue enriqueciendo con multitud de diálogos en los que, sin poder evitarlo, junto con el tono melodramático volvieron a surgir elementos de comedia, y, casi sin darme cuenta, con unas cuantas acotaciones, del relato surgió el guión para una nueva aventura cinematográfica.

Ya por aquel entonces, realizar una película era muchísimo más fácil que apenas diez años atrás, cuando había que rodar en celuloide y luego revelar, positivar y montar con una moviola que pocos tenían.  Para convertir “Sangre” en película, sólo hacía falta escoger unas pocas buenas actrices (y algún actor sin frase) y disponer de un equipo básico compuesto por una cámara de video de 8 milímetros, un trípode donde asentarla y una antorcha de andar por casa con la que iluminarlo todo.  Con tan sencillos mimbres, las palabras se convirtieron en imágenes, y las imágenes…  Las imágenes, a causa de un cúmulo de circunstancias demasiado largo de explicar,  se quedaron en el Limbo, un limbo donde todavía viven y donde me temo que seguirán viviendo por siempre jamás.

Desde entonces hasta ahora, aparcada ya la necesidad de ponerme tras una cámara, me dediqué a la radio (quizás alguno recuerde, quiero pensar que con afecto, mi longevo programa “Pantalla Grande”, posteriormente rebautizado como “cine+COPE”) y, más recientemente, quise explorar las nuevas tecnologías y fue cuando surgió este blog “Historias e Historietas” en el que os agradezco vuestra presencia.  Al principio, me dio por escribir sobre los temas más diversos (comic, política, música, deportes…), pero poco a poco, fui centrándome en el Séptimo Arte, la pasión a la que, de una forma o de otra, vuelvo una y otra vez.

Sin embargo, fueron (fuisteis) muchos los que me dijeron (dijisteis) que tanta locuacidad escritora debería invertirla en algo más sólido, más tangible, como un libro.  Durante estos últimos años, la idea ha venido dándome vueltas por la cabeza, pero, sinceramente, no sabía a qué objetivo o temática consagrar las horas de esfuerzo que la tarea iba a requerir.  Paralelamente, varios queridos amigos se atrevieron a lanzarse al mercado literario, e incluso en las series televisivas que suelo seguir, varios personajes (Carlos Alcántara en “Cuéntame” o Pelayo Gómez en “Amar es para siempre”) se metieron a escritores, y además con cierto éxito.  Un sábado por la mañana, viendo en una librería de mi ciudad de residencia la sección dedicada a los autores lorquinos, decidí que el momento había llegado, y que, más pronto que tarde, una obra mía compartiría estante con aquellas publicaciones.

Dos años después, el propósito se ha materializado.  Cansado de buscar en vano nuevas inspiraciones, decidí que procedía recuperar mis viejos relatos y guiones, y admito que, desde el principio, “Sangre” había sido la niña de mis ojos.  Así pues, decidí que había que volver al origen, realizar el recorrido inverso, y de esta manera me propuse traer de vuelta a la inocente Margaret y a su fantasmagórica hermana Valeria, nuevamente al ámbito literario en el que nacieron.  Del cuento al cine (o video) y de éste a un libro breve con el que intento demostrar que, cuando existe una historia que contar, vale la pena esperar un cuarto de siglo hasta encontrar la mejor forma de contarla.

Siendo un total desconocido, hubiera tenido que esperar una eternidad si hubiera querido que mi primera novela viese la luz auspiciada por Planeta o Santillana, de modo que, como tantos otros autores, decidí lanzarme al campo de la autoedición (es el propio escritor quien costea la publicación, pero luego recibe el beneficio de las ventas).  Enseguida, descubrí a la editorial almeriense Círculo Rojo (radicada en la ciudad de El Ejido), y junto a ellos he recorrido un breve camino que ahora culmina.  A partir de esta semana, de este mes de mayo de 2018, ya podéis conseguir ésta mi primera novela “Sangre” en la página web de la Editorial (www.editorialcirculorojo.com) o a través de las plataformas habituales de venta de libros, ya sean virtuales (e-book) o en papel (Fnac, Amazon, Casa del Libro, etc.).  Por supuesto, si tenéis a bien concederme el privilegio de vuestra atención y lectura, ¡ni que decir tiene que vuestro seguro servidor os estará eternamente agradecido!

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