Las pelis del Cine Club/ “PATERSON”

Poeta y transportista

Nuestro querido Cine Club Paradiso de Lorca, siempre al quite a la hora de hacer llegar al público lorquino aquellos títulos que no han tenido cobertura en las pantallas comerciales, se ha apuntado un nuevo tanto al traernos ayer una película tan encantadora y diferente como “Paterson”.

Paterson es, a la vez, el nombre de un pintoresco pueblo de Nueva Jersey, USA, y el apellido del protagonista de la historia, una historia sencilla en la que se nos narra la existencia cotidiana de un conductor de autobús que, en sus ratos libres, ejerce de poeta aficionado, así como la esencia misma de la localidad en la que se circunscribe la historia…

Paterson” es la nueva propuesta del ya veterano Jim Jarmusch, celebrado autor de títulos tan valorados como “Stranger Than Paradise”, “Bajo el peso de la ley”, “Mystery Train”, “Noche en la Tierra”, “Dead Man” o “Ghost Dog” (esta última también exhibida por Cine Club Paradiso).  Para su nueva obra, Jarmusch ha contado nada menos que con el ascendente Adam Driver, catapultado a la fama tras interpretar al villano Kylo Ren en “Star Wars Episodio VII:  El despertar de la Fuerza”.

Driver es Paterson, ese joven poeta para quien la poesía constituye el pasaporte a un mundo imaginario que le aleja de la rutina de su día a día.  Precisamente una de las mayores virtudes del film es el modo en que se narra, sosegada y plácidamente, lo bonita que puede ser la coloquialidad de una población en la que prácticamente no pasa nada, en la que una trifulca en un bar, la avería de un autobús o la travesura de un perro son los mayores sucesos que alteran su normalidad.  Otro foco de interés es la propia esposa de Paterson, Laura (interpretada por la iraní Golshifteh Farahani, vista en “Red de mentiras” o “Exodus”), todavía más inquieta que su marido y que divide su tiempo entre la decoración de interiores, la elaboración de cupcakes y su pasión por la música country, siempre basándose en una paleta de colores reducida al blanco y el negro.  La alusión a la dualidad, la simetría e incluso los polos apuestos es otra característica que el film retrata con esmero:  el blanco y el negro omnipresentes, la similitud del nombre del protagonista y su ciudad, la aparición de no pocos hermanos gemelos en diversas escenas (muy divertida la alusión a los míticos Sam & Dave), la cuidadísima composición de planos que se pretenden llenos de equilibrios simétricos…

Plagada de alusiones al poeta local William Carlos Williams, que al parecer fue también médico residente en Paterson, este hermoso y entrañable film nos presenta de forma visual los poemas que el protagonista va pergeñando, escritos obviamente en inglés y traducidos por el doblador a la lengua castellana, con un curioso gazapo o licencia poética que me pareció muy chocante:  en un momento dado, en una de las poesías Paterson se refiere a su esposa como “Pumpkin” (“Calabaza”)…  pero lo que se nos traduce es…  “Palomita” (¿?).  Divertida anécdota de una película que convierte en arte la inacción, y el hábito en aliciente.

Luis Campoy

Lo mejor:  la narración cinematográfica de Jarmusch, tan poética por fuera como por dentro
Lo peor:  las quejas de quienes piensan que inacción es igual a aburrimiento
El cruce:  “El ladrón de orquídeas” + “La entrega” + “Doctor en Alaska

Calificación:  8 (sobre 10)

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