Cine actualidad/ "TERMINATOR: GÉNESIS"

Volver a empezar

Parece que fue ayer cuando me hallaba, con un terrible dolor de muelas, en medio de una inmensa cola que daba la vuelta a la manzana, para acceder al cine Carlos III de Alicante, donde el día anterior se había estrenado una película de ciencia ficción llamada “Terminator”.  El director, un desconocido James Cameron, apenas había dirigido una película de bajo presupuesto, “Piranha 2:  los vampiros del mar”, pero estaba claro que con esta nueva epopeya de viajes en el tiempo y robots asesinos estaba consiguiendo movilizar al personal cinéfilo de todo el mundo.  Recuerdo todo aquello tan vívidamente que me parece que fue ayer…  pero la realidad es que han pasado nada menos que 31 años.

Después de más de tres décadas transcurridas, la franquicia “Terminator”, que vivió sus horas más bajas hace 6 años, con el decepcionante estreno de la cuarta entrega, “Terminator Salvation”, intenta desesperadamente renacer de sus cenizas, y lo hace contando una vez más con el incombustible Arnold Schwarzenegger como cabeza de cartel.  Es cierto que el público difícilmente podría concebir a un Terminator que no tuviera los rasgos del ex-culturista austríaco, como también es verdad que Schwarzenegger es consciente de que sus últimos trabajos han pasado sin pena ni gloria y tan sólo su revisitación de su papel más emblemático (junto con el de Conan, el Bárbaro) podía devolverle al primer plano de la actualidad, pero lo cierto es que su sola presencia condiciona y atenaza al nuevo film que acaba de estrenarse entre nosotros.  A pesar de que en algunos momentos podemos disfrutar, gracias a la tecnología, de una réplica exacta del Arnold de 1984, durante la inmensa mayoría del metraje tenemos que “conformarnos” con un robot tan “avejentado” como el propio actor, lo que sin duda tiene sus cosas buenas…  pero también malas.  Estando Arnie de por medio, los guionistas han tenido que sacarse de la manga una compleja historia en la que se entremezclan el remake y la secuela, ya que, por un lado, vemos nuevamente narrados muchos momentos míticos de la primera y la segunda entregas de la saga (la tercera y la cuarta se han obviado), mientras que, por otro, asistimos a una continuación de lo ya visto, concebida como otoñal vehículo de lucimiento para el antiguo Gobernador de California.

Conocidos ya los peligros de elaborar una rutinaria secuela al uso (“Terminator 3”) y también los de pretender innovar a disgusto de la audiencia ("Terminator Salvation"), el director a cargo de esta quinta parte, el televisivo Alan Taylor (“Juego de Tronos”) opta por la vía intermedia…  con unos resultados más bien irregulares.  Sin duda, lo mejor de “Terminator:  Génesis” son sus primeros veinte minutos, y en gran parte porque en ellos se recrean, plano a plano, las secuencias icónicas de los dos primeros “Terminators”;  mas, cuando la acción nueva tiene que arriesgarse a volar sin red, surgen las dudas, los bajones en el ritmo y, sobre todo, los chirridos en el guión.  Lo peor de todo es que el giro argumental más sorprendente, el único que supone una auténtica novedad en el seno de la franquicia, los trailers y algunos carteles ya se han ocupado de destriparlo, así que ¿qué es lo que “Terminator Génesis” ofrece realmente?  No me cabe duda de que lo mejor del film, lo único que verdaderamente justifica el precio de la entrada es…  Arnold Schwarzenegger.  Consciente del peso inevitable de sus casi setenta años, construye su interpretación en base a un carisma descomunal y a un sentido del humor muy oportuno y refrescante.  ¡Chapeau por el “Chuache”!.  En el lado contrario, además de ese guión con más puntos negros que la piel de un dálmata, brillan con luz propia una algo regordeta Emilia Clarke (la Khaleesi de la citada “Juego de Tronos”) y, especialmente, el cada día más insoportable Jai Courtney, el actor más limitado y sobrevalorado de Hollywood.  Menos mal que también aparece el estupendo Jason Clarke, a cargo del papel más complejo de la película, que borda con unos recursos que espero le catapulten a roles más protagónicos.

“Terminator Génesis” constituye una pequeña paradoja:  para los fans acérrimos de la saga puede resultar un maravilloso homenaje o una bochornosa profanación.  Y para los no iniciados…  ¿de verdad, para qué iba a querer alguien que no sea fan de la serie o de Arnold Schwarzenegger acercarse a un cine para ver una película como ésta?

Luis Campoy

Lo mejor:  Arnold Schwarzenegger
Lo peor:  Jai Courtney (como de costumbre)
El cruce:  “Terminator” + “Terminator 2” + “Terminator 3”

Calificación:  6 (sobre 10)

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