Terapia de shock
Cuando, allá por mayo de 2009, el Barça de Pep Guardiola se empezó a ganar la admiración de propios y extraños y el respeto de la gente del fútbol, al tiempo que las vitrinas del club se iban llenando de trofeos, todos los culés decíamos que sólo con el paso del tiempo sabríamos valorar aquella época heroica y maravillosa... aquella Era irrepetible. Pues bien, el tiempo ha pasado, y, lamentablemente, las cosas han cambiado... y no para bien. En contra del actual Fútbol Club Barcelona juegan varios factores que ayer desembocaron en un espectáculo de impotencia y desacierto que, ante el máximo rival, todavía aparentó ser más doloroso. Para empezar, y aun manteniendo básicamente al mismo elenco de futbolistas, el alma máter de aquel milagro ya no está entre nosotros. Guardiola dijo que cuatro temporadas eran más que suficientes y se marchó de vacaciones a Nueva York, sólo para decantarse por una de las múltiples ofertas que se le presentarían y que parece que va a tener sede en Ale