Críticas pendientes (y VI)


Siguiendo la forzosa pero ágil tradición del cine en mini dosis, he aquí unas cuantas críticas correspondientes a las primeras películas correspondientes a la difícil era post-subida del IVA...

"ABRAHAM LINCOLN, CAZADOR DE VAMPIROS"
Partiendo de una premisa ciertamente disparatada (tan disparatada que la distribuidora española ha preferido obviar en lo posible el nombre del ex-presidente), el realizador kazajo Timur Bekmambetov, famoso por su muy entretenida "Wanted", se atreve a poner en escena la novela homónima de Seth Grahame-Smith.  Abraham Lincoln no sólo fue un estadista que abogó por la abolición de la esclavitud en los Estados Unidos;  en sus ratos libres (casi siempre nocturnos), Lincoln también ejerció de intrépido y virulento cazavampiros, con lo cual pretendía desquitarse del asesinato de su madre a menos de uno de esos chupadores de sangre.  Quizá el mayor error del film es tomarse demasiado en serio lo que a todas luces constituye un absurdo susceptible de haberse convertido en una farsa  al estilo de "El baile de los vampiros";  pero no, el film, producido por Tim Burton, parece abrazar la tónica de la mucho más moderna "Blade", con la que tiene no pocos puntos de contacto.  Benjamin Walker es el muy insulso protagonista, al que roban la cartera el villano Rufus Sewell y sobre todo un inspirado Dominic Cooper, en el mejor papel de su carrera.  Buen montaje de las escenas de acción, excelente ambientación y unos efectos especiales no del todo conseguidos, para un film que apenas me sirvió de aperitivo ante el esperadísimo "Lincoln" de Steven Spielberg que se estrena en los próximos meses.
Calificación:  5,5 (sobre 10)


"DREDD"
En el año 1977, el guionista inglés John Wagner y el dibujante Carlos Ezquerra crearon al Juez Dredd, un personaje de comic cuyas andanzas futuristas vieron la luz dentro de la colección "2000 AD".  En el futuro pesimista narrado por Wagner, el creciente desencanto de los ciudadanos con la Justicia convencional ha devenido en la creación de unos expeditivos agentes denominados "Jueces", en cuya persona se aúnan las figuras del policía, el juez, el jurado y el ejecutor.  Es decir, se detiene a un sospechoso, se le juzga in situ ultrasumarísimamente y allí mismo se le condena y, casi siempre, se le ejecuta.  ¡Cuántos terroristas dejarían de reirse del Estado con jueces así!  Ya en 1995 se realizó una primera adaptación de "Juez Dredd" al cine, protagonizada por un Sylvester Stallone en horas bajas, pero los resultados fueron tan decepcionantes que no convenció a nadie.  17 años ha tardado Hollywood en volver a fijarse en esta trepidante historieta, y el resultado es esta "Dredd”, que presume de ser mucho más fiel al comic original, al menos en cuanto a que mantiene sus impactantes dosis de violencia y niega al espectador la posibilidad de vislumbrar el rostro del Juez Dredd, que aquí no se quita el casco ni para ca.....minar.  Es Karl Urban el actor encargado de sustituir a Stallone, con mucho más cinismo y brutalidad, y le secundan la insípida Olivia Thirlby y la espléndida Lena Headey, la reina Cersei de "Juego de Tronos".  Algo cansina en su apuesta por una localización única en un escenario claustrofóbico, "Dredd" constituye, por lo demás, un entretenimiento adrenalítico que sorprende por su buena factura y la originalidad de sus efectos especiales.
Calificación:  7,5 (sobre 10)


"TODOS TENEMOS UN PLAN"
El actor Viggo Mortensen, que tras una oscura carrera trufada de papeles secundarios, fue lanzado a la fama súbitamente por su encarnación del guerrero Aragorn en la trilogía de "El Señor de los Anillos", pasó parte de su infancia entre Venezuela y Argentina, país en el que residió durante varios años.  De este período le viene su buen español (aunque con un chirriante acento argentino) y su inquebrantable vinculación a la tierra de la Pampa, donde ahora regresa para protagonizar el thriller dirigido por Ana Piterbarg, "Todos tenemos un plan".  Mortensen encarna a dos hermanos gemelos idénticos, Agustín y Pedro, el primero un apicultor del Delta del Tigre metido en negocios sucios, y el otro un médico bastante frustrado.  En un momento dado, Pedro suplanta a su hermano y pretende escapar del hastío de Buenos Aires sumergiéndose en un peligroso mundo pantanoso del que difícilmente podrá escapar...  Soy muy fan de Viggo Mortensen, pero he de reconocer que su interpretación en "Todos tenemos un plan" deja bastante que desear;  para Mortensen, los dos hermanos no sólo se parecen físicamente como dos gotas de agua, sino que miran, hablan y caminan exactamente igual, desperdiciando una oportunidad de oro que, por ejemplo, Jeremy Irons sí supo bordar en "Inseperables".  Tampoco el guión sabe sacar partido a los fascinantes y ominosos paisajes fluviales, y al final quien se lleva la palma es el malencarado villano al que interpreta un estupendo Daniel Fanego.  Risible (por lo inverosímil) la joven Sofía Gala Castiglione, y lamentablemente desaprovechada la gran Soledad Villamil.
Calificación:  6 (sobre 10)


THE POSSESSION
Cada vez que bajo el título de una película aparece la frase “Basada en hechos reales”, me echo a temblar.  En esta ocasión, la base de The Possession” es un artículo publicado en el diario The Angeles Times y que refería las vicisitudes de una siniestra caja de madera que supuestamente albergaba un espíritu maligno y que, a lo largo de las décadas, había ido pasando de familia en familia.  El guión de “The Possession” reúne en una sola unidad familiar varias de estas experiencias supuestamente verídicas, y nos cuenta cómo una niña de diez años es poseída por un dibbuk (espíritu malévolo) y cómo su padre, en mitad de su proceso de separación, trata de curarla recurriendo a un exorcista judío.  El director a cargo de este discreto film ha sido el danés Ole Bornedal, pero detrás, en tareas de producción, está el inefable Sam Raimi, quien, mucho antes de dirigir la trilogía de “Spiderman”, triunfó con la macabramente divertida “Posesión Infernal”.  Pero poco de divertido tiene “The Possession”, a no ser la escena final del exorcismo, ejecutado entre gritos que inducen a la carcajada, por un histriónico rabino.  En el reparto, el clon americano de Javier Bardem, Jeffrey Dean Morgan (el Comediante de “Watchmen”)  la irritante ex-mujer personificada por Kyra Sedgwick (más temible que el propio demonio);  y un ya cincuentón Grant Show, de la serie “Melrose Place”.  Terror con estética setentera (son inevitables las referencias a “El exorcista”, “La Profecía” o “La centinela”) que no apasiona…  ni aterroriza.
Calificación:  5,5 (sobre 10)

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