Cine actualidad/ "EL ENIGMA DEL CUERVO"

El poe-ma de Poe

Edgar Allan Poe, el famoso escritor de relatos de misterio, murió en circunstancias igualmente misteriosas y nunca aclaradas, cuando apenas contaba cuarenta años de edad.  A partir de este hecho y de la macabra naturaleza de la mayoría de sus narraciones, los guionistas Ben Livingston y Hannah Shakespeare han urdido una ingeniosa trama en la que un psicópata admirador de Poe se dedica a perpetrar una serie de asesinatos basados en los escritos del autor, obligando al escritor a participar junto a la policía en el esclarecimiento de los hechos, los cuales desembocarán en un trágico desenlace que, en cualquier caso, ya se muestra en el mismo arranque de la película.

Por lo que a mí respecta, he de confesar que mis primeros contactos con el mundo de Edgar Allan Poe se remontan muy atrás en el tiempo, cuando cayó en mis manos un librito que contenía sus mejores narraciones, las cuales me impresionaron y aterrorizaron.  "El doble crimen de la calle Morgue", "El corazón delator", "El pozo y el péndulo" o "La máscara de la muerte roja" no sólo amenizaron mis noches adolescentes sino que, juntamente con las "Rimas y Leyendas" de Gustavo Adolfo Bécquer, y, posteriormente, los novelones de Stephen King, contribuyeron a que más de una noche me costara mucho, pero mucho, conciliar el sueño. Ya en los años 80, un maravilloso comic ilustrado por Richard Corben y Berni Wrightson, entre otros, convirtió en delirio visual aquel universo gótico, macabro y sangriento, aunque también, en ocasiones sorprendentemente hermoso.  Ese es el caso de "El cuervo" ("The Raven"), el poema que más popularidad reportó a Poe en vida y que, por cierto, da título en inglés a la película que nos ocupa.

Basándose más en "Saw" que en "Seven", el realizador James McTiegue pone en imágenes un argumento que en muchos momentos es inevitablemente virulento, pero que, afortunadamente, ostenta una puesta en escena elegante, apostando por el clasicismo de la fotografía y los movimientos de cámara.  También, lógicamente, el vestuario es sobresaliente y recoge con veracidad la idiosincrasia del Baltimore de mediados del siglo XIX.  McTiegue había destacado años atrás por su estupenda "V de Vendetta", aunque las malas lenguas dijeron que quienes habían llevado las riendas del rodaje eran los productores, los hermanos (o hermanas) Wachowski.  El caso es que la película se deja ver con dignidad y mantiene el ritmo en todo momento, si bien adolece de un fallo que me parece garrafal:  el protagonista queda desfigurado.  Ya sobre el papel, Poe resulta mucho más una víctima que el héroe de la funcíón, pero es que, en esta ocasión, el casi siempre excelente John Cusack peca un poco de sobreactuado, sensación que el discutible doblaje español acrecienta aún más.  A alguien se le ha ocurrido que la mejor voz para Cusack es la de Luis Posada, el habitual doblador de Johnny Depp, y escuchar a Edgar Allan Poe hablando como si fuese Jack Sparrow te produce un cortocircuito mental que te desconecta de cualquier verosimilitud.  Luke Evans (que fue Aramis en la última versión de "Los tres mosqueteros"), Alice Eve y Brendan Gleeson completan el reparto principal.  Para finalizar, mención honorífica a la estupenda partitura del músico madrileño Lucas Vidal, que contribuye a crear el clima misterioso y opresivo que "El enigma del cuervo" (que, en mi opinión, debería haber sido transcrita como “El enigma de El Cuervo”) sin duda necesitaba.

Luis Campoy

Lo mejor:  la banda sonora
Lo peor:  el doblaje de John Cusack
El cruce:  “Seven” + “Saw” + “El silencio de los corderos” + “Sherlock Holmes”
Calificación:  7 (sobre 10)

Comentarios

EXPEDIENTEX ha dicho que…
Para un amante del misterio como yo... tiene buena pinta la peli.

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