Cine actualidad/ "SOMBRAS TENEBROSAS"
Imaginería gótica
En 1966, el guionista y productor Dan Curtis estrenaba en la cadena de televisión ABC un folletín titulado "Dark Shadows" ("Sombras oscuras") que no recuerdo que se estrenase en España y que ni siquiera en los propios Estados Unidos tuvo el éxito esperado. Como consecuencia de los flojos índices de audiencia, Curtis se las ingenió para incorporar a una trama, que, en el fondo, no era muy diferente a las de las posteriores "Dallas" o "Falcon Crest", una figura que la revolucionó por completo. Se trataba de Barnabas Collins, nada menos que un vampiro de 200 años de edad, y cuya presencia logró interesar a millones de norteamericanos, quienes, gracias a Barnabas y a otros seres fantásticos como hombres lobo, brujas y hechiceros, lograron que la serie remontase el vuelo y se mantuviese en antena hasta 1971. Dos de los muchísimos devotos de "Dark Shadows" (que, por cierto, todavía se prolongó con algún que otro telefilm que sí se estrenó en cines españoles, y un par de fallidos intentos de remake) fueron el imaginativo realizador Tim Burton y su actor fetiche, el famosísimo Johnny Depp.
Prescindiendo de lo narrado en la primera temporada de la serie, "Dark Shadows" (o sea, "Sombras tenebrosas", la película) arranca cuando el pequeño Barnabas Collins y sus padres embarcan desde Liverpool con rumbo a América. Allí, un Barnabas devenido en juvenil casanova, recibirá la despiadada maldición de una bruja a la que sedujo y abandonó, quien le convierte en vampiro y le entierra... durante 200 años. Al despertar, en 1972, Barnabas regresa a su mansión de Collinwood, habitada ahora por sus estrafalarios descendientes, los cuales han tratado de mantener a flote el negocio pesquero familiar, a pesar de que llevan dos siglos enemistados con la propietaria de la compañía piscícola rival, que no es otra que la malvada hechicera Angelique...
Si esperáis que de "Sombras tenebrosas" os brinde una crítica convencional.... mejor no sigáis leyendo. Ocurre que, a veces y sin saber por qué, uno se enfrenta a determinadas películas no con la mente y el raciocinio sino con los sentidos bien abiertos. Si tuviera que juzgar este film merced a su historia y sus diálogos, creo que me limitaría a despacharlo en unas pocas líneas (y conozco a más de uno que se alegraría), y mi calificación no pasaría del “5” raspado. Sin embargo, tal como se intuía en el magnífico trailer promocional, "Sombras tenebrosas" representa el regreso de un creador, de un esteta, de un artista de lo macabro que, desde mi punto de vista, logra volver a entroncar con lo mejor de su inspiración. Gracias a una portentosa fotografía (de Bruno Delbonnel), a un diseño de producción y un vestuario maravillosos (obra, respectivamente, de Rich Heinrichs y la veterana Colleen Atwood), a un tratamiento alucinante del color y a una magistral partitura firmada por el habitual Danny Elfman, Tim Burton borra de un plumazo el pésimo sabor de boca que dejó "Alicia en el País de las Maravillas" y compone una pequeña obra de arte a la que, como digo, se le perdona la simpleza del guión y lo pedestre de sus diálogos.
También es cierto que la presencia de un Johnny Depp mucho más ajustado de lo habitual, la recuperación de una madura pero no avejentada Michelle Pfeiffer, la belleza explosiva de Eva Green y la inteligente eclosión de la niña-mujer Chloe Grace Moretz (la hiperviolenta Hit Girl de "Kick-Ass") representan en sí mismos poderosos alicientes para no fijarse en las incuestionables deficiencias de escritura, pero a mí "Sombras tenebrosas" me entró directamente por los ojos y los oídos y, cuando algo sucede tan explosivamente, encierro mi raciocinio en el armario y redacto mi crítica guiado por el piloto automático.
Luis Campoy
Lo mejor: el color, la música, la utilización de archiconocidas canciones de los 70, la puesta en escena en general;
Lo peor: la simpleza de la historia, el personaje de la institutriz
El cruce: "Falcon Crest" + "Dracula" + "Forrest Gump"
Calificación: 8,5 (sobre 10)
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