Cine actualidad/ "EL ORIGEN DEL PLANETA DE LOS SIMIOS"
Una monería
En 1963, el escritor francés
Pierre Boulle, autor del argumento que sirvió de base a “El puente sobre el río
Kwai”, publicó su novela “La Planete des Singes”, en la cual fantaseaba sobre un mundo al revés en el que los simios son la especie dominante y los humanos,
animales a su merced. Cinco años
después, se estrenaba “El Planeta de los Simios”, película dirigida por
Franklin J. Schaffner y protagonizaba por Charlton Heston, que adaptaba la
exitosa novela de Boulle y fue el inicio de una saga cinematográfica, una serie
de televisión, una colección de comics y un sinfín de productos de merchandising. Más de 30 años después del film original, Tim
Burton dirigió un remake con Mark Wahlberg, que, más que revitalizar la
franquicia, lo que hizo fue finiquitarla en un mar de tópicos y
puerilidad. Cuando parecía que la única
alternativa que nos quedaba a los aficionados a esta saga de ciencia ficción
zoo-antropológica era visualizar la peli clásica hasta desgastarla, llega, casi repentinamente, “El origen del Planeta de los
Simios”, una nueva entrega que explica cómo pudieron llegar a suceder los
acontecimientos a los que se enfrentaba Charlton Heston hace casi cinco décadas.
Un científico que trata de curar
el Alzheimer por razones personales (su padre es víctima de esta enfermedad)
experimenta un potente fármaco con varios chimpancés. Como consecuencia del experimento, el hijo
recién nacido de una de ellos, César, posée desde su nacimiento una serie de
facultades cognitivas mejoradas, llegando incluso a adquirir conciencia de sí
mismo. César se erige en líder de una
población de chimpancés, orangutanes y gorilas que se enfrentan a una sociedad
humana que maltrata a los animales, a veces hasta por puro placer. Se ha plantado la simiente de lo que un día
será… el Planeta de los Simios.
Sin hacer mucho ruido, el joven
director británico Rupert Wyatt fue elegido por los ejecutivos de Twentieh
Century Fox para resucitar, poco menos que en secreto, la famosa franquicia
simiesca. Confieso que yo mismo, cuando
leí hace algo más de un año que se estaba rodando una nueva película sobre el
tema, me lo tomé poco menos que a guasa, y más cuando leí que al frente del
reparto estaba James Franco, uno de esos actores a los que, sin saber por qué
(¿alguien dijo “Gala de los Oscar”?) se les coge una manía persecutoria. Afortunadamente, el guión del film, como, por
otra parte, no podía ser de otra manera, muy pronto va dejando de lado a los
personajes humanos y se centra en César y sus congéneres, y lo hace siguiendo
los parámetros originarios de la ciencia ficción, esto es, revistiendo de
ciencia a lo fantástico. Lo que el film
narra, básicamente, no es imposible en sí mismo. El Hombre no es sólo un lobo para el Hombre
(Thomas Hobbes dixit), sino que es el verdugo y torturador de las otras
especies que pueblan el planeta.
Repentinamente, a raíz de un estímulo externo (el fármaco diseñado por
el protagonista), un espécimen de primate homínido es capaz de dar un paso
adelante en la cadena de la evolución, y de ahí pasa a liderar una auténtica
revolución.
Mientras que, en todas las otras
películas de la saga estrenadas hasta ahora, los “simios” no eran sino actores
(Roddy McDowall, Kim Hunter, Tim Roth, Helena Bonham-Carter…) caracterizados
merced a un pesadísimo maquillaje que revestía incontables horas de aplicación,
los monos de “El origen del Planeta de los Simios” son ahora una creación
digital de WETA, la factoría de efectos especiales que estuvo detrás de “El
Señor de los Anillos” o “King Kong”. De
entre todos ellos destaca, cómo no, el humanizado César, que se beneficia de
una memorable actuación del gran Andy Serkis, actor especializado en la captura
de movimiento (él gesticula y un millar de electrodos transmiten cada gesto a
un ordenador) y que añade así otro gran
personaje digital a su curriculum (fue él quien diera vida a Gollum y al propio
King Kong, y quien estará bajo la apariencia animada del Capitán Haddock en la
esperada “Tintín” de Steven Spielberg).
La interpretación de Serkis e incluso de cualquier otro de los simios
informatizados pero tremendamente reales, barre de largo al elenco humano,
donde James Franco, Freida Pinto (”Slumdog Millionaire”) y Tom Felton (Draco
Malfoy en la serie de “Harry Potter”) están tan desdibujados que parecen poco
menos que humanos creados por ordenador.
Con todo, se agradece la presencia siempre estimulante de Brian Cox y de
un añorado John Lithgow al que hace tiempo que no veía.
Sorprendentemente lograda en casi
todas sus facetes y digna de un indudable interés, “El origen del Planeta de
los Simios” se permite homenajear a su ilustre predecesora de 1968 y así, los
nombres y apellidos de algunos de sus personajes remiten a aquella mítica
película. La madre de César se llama
“Ojos claros”, que era el apodo que daba la Dra. Zira a Taylor/Charlton
Heston; el jefe de la corporación
farmacéutica se apellida Jacobs, en alusión al productor Arthur P. Jacobs; uno de los científicos que trabajan para él,
Franklin, recuerda al director Franklin J. Schaffner; el orangután que se hace amigo de César se
llama Maurice, clara alusión al actor Maurice Evans, que interpretaba al Dr.
Zaius; una simia tiene por nombre
Cornelia, en referencia al chimpancé Cornelius; en un momento dado, se habla de
un viaje espacial en una nave comandada por un tal George Taylor; y, finalmente, el auténtico protagonista
vuelve a llamarse César, como se llamaba el chimpancé libertador que, hijo de los
viajeros temporales Zira y Aurelio, acaudillaba la sublevación de los primates
en “La rebelión de los simios”, cuarto eslabón de la serie original y de la que
“El origen del Planeta de los Simios” constituye una especie de remake
sensiblemente mejorado: una auténtica monería.
Luis Campoy
Lo mejor:
los simios generados por ordenador, en especial el protagonista, César,
un prodigio de expresividad
Lo peor:
los personajes humanos, con mención honorífica a James Franco y Freida
Pinto
El cruce:
“La rebelión de los simios” + “Frankenstein” + “Robin Hood”
Calificación: 8,5 (sobre 10)
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