Cine actualidad/ "CAPITÁN AMÉRICA, El Primer Vengador"


Hazañas bélicas superheroicas

El avance inexorable de Adolf Hitler a través de Europa, su alianza con Mussolini y el Imperio nipón y, sobre todo, el ataque japonés a la base norteamericana de Pearl Harbor en diciembre de 1941 hicieron florecer en el pueblo estadounidense una beligerancia patriótica que hizo que todo hombre joven y sano quisiese alistarse para aplastar al nazismo y sobre todo para vengar la afrenta sufrida en su propio territorio.  Steve Rogers es un muchacho enclenque y escuchimizado que una y otra vez trata en vano de enrolarse en el ejército, hasta que es elegido para ser el conejillo de indias en un proyecto militar ultrasecreto que, de salir bien, le convertirá en un supersoldado.  Repentinamente hipermusculado, se convierte en ejemplo e inspiración para las tropas, y se le otorga un uniforme en el que luce orgulloso las barras y estrellas de la enseña nacional de su país.  Ha nacido…  el Capitán América.
Creado por Joe Simon (guión) y Jack Kirby (dibujo), el comic “Captain America” comenzó a ser publicado por la editorial Timely en plena Segunda Guerra Mundial, no sólo como entretenimiento sino como un elemento más de motivación patriótica para la juventud.  Al acabar la gran Guerra, la colección fue languideciendo poco a poco hasta que fue clausurada, no siendo resucitada hasta los años 60, cuando Timely ya se había convertido en lo que hoy conocemos como Marvel Comics.  Desde entonces hasta ahora ya ha habido varios intentos de llevar al Capitán América a la gran pantalla, con resultados tan nefastos y ridículos como el film que en 1990 dirigió el execrable Albert Pyun con un sosísimo Matt Salinger de protagonista.  En plena fiebre por las adaptaciones cinematográficas de personajes de tebeo, llega por fin un film que pretende hacer justicia al mito, y lo hace pensando no sólo en sí mismo sino en una nueva franquicia, “Los Vengadores”, que a partir del año próximo aglutinará en una sola película nada más y nada menos que a Iron Man, Hulk, Thor, Nick Furia, la Viuda Negra, Ojo de Halcón y, obviamente…  el Capitán América.

Una vez se dio luz verde a un proyecto multimillonario como éste, Marvel se lo pensó mucho a la hora de contratar a un director capaz de insuflar al futuro film el tono adecuado y, especialmente, de mantenerse dentro de un férreo presupuesto sin pasarse.  No quisieron arriesgarse a dejar tan carísimo juguete en manos de un realizador demasiado audaz o creativo, así que el elegido fue un artesano discreto y sumiso como Joe Johnston, no por casualidad curtido en mil y una tareas técnicas y de producción a las órdenes de George Lucas  y Steven Spielberg.  Sin llegar nunca jamás a las cotas de sus maestros, Johnston tiene en su haber algunos éxitos como “Cariño, he encogido a los niños” o “Jumanji”, amén de decepciones más o menos  frustrantes como “Rocketeer”, “Parque Jurásico III” o la reciente “El hombre lobo”.  En “Capitán América, El Primer Vengador” (en alusión al referido grupo de superhéroes), Johnston se viste nuevamente de Spielberg (ya lo hizo en la tercera entrega de “Parque Jurásico” y éste suele ser el rasgo predominante de gran parte de su filmografía), y eso quiere decir que en ningún momento olvida que su público va a ser eminentemente familiar.  Así pues, apenas se escuchan palabrotas, la violencia que se muestra es la mínima posible y el Bien triunfa claramente sobre el Mal.  Pero, tópicos al margen, “Capitán América” sorprende por su clasicismo, por su factura preciosista, por una puesta en escena sublime (sobre todo durante la primera hora) apoyada en un diseño de producción perfecto, unos vestuarios encantadoramente vintage, una música vibrante de Alan Silvestri y una fotografía que será nominada al Oscar.  Esa primera mitad nos recuerda a títulos inolvidables como “Los mejores años de nuestra vida”, “Qué bello es vivir” o “En busca del arca perdida”, y luego, poco a poco, va derivando en “Salvar al soldado Ryan” con toques de “Oficial y caballero”.  Los últimos veinte minutos, que son los más “superheroicos”, son también los menos inspirados, si bien el doble epílogo final (antes y después de los títulos de crédito) nos vuelve a dejar con buen sabor de boca.

Tras haberse hablado de Brad Pitt o incluso de Will Smith (en una decisión que, de haberse llevado a cabo, me hubiese parecido totalmente equivocada, y no se trata de racismo sino de fidelidad), Chris Evans ha sido el elegido para dar vida al Capitán.  Evans ya había sido la Antorcha Humana en las dos fallidas entregas de “Los Cuatro Fantásticos”, pero es ahora cuando da su justa medida en un personaje que está muy cerca de capturar toda la carga lírica, patriótica, romántica e inspiradora del Capi de las historietas.  A pesar de que durante las primeras secuencias (cuando Steve Rogers es un chiquillo anoréxico) no fue él sino un doble de cuerpo quien interpretó físicamente al héroe, y el actor tan sólo puso las expresiones faciales, que posteriormente fueron insertadas por ordenador, podemos decir que Chris Evans da la talla y pasa la prueba con muy buena nota.  El villano, Johann Schmidt/Cráneo Rojo, corre a cargo del excelente Hugo Weaving, poseedor de una voz portentosa y una gesticulación precisa.  La chica es una muy adecuada Hayley Atwell, y el encantador elenco de secundarios se completa con Tommy Lee Jones, Stanley Tucci, Toby Jones o Dominic Cooper.

Sea uno fan o enemigo acérrimo de las películas de superhéroes, “Capitán América, El Primer Vengador” puede ser disfrutada sin rubor y sin prejuicios, pues tiene prácticamente de todo:  acción, humor, melodrama y una buena dosis de hazañas bélicas al más puro estilo hollywoodiense.

Luis Campoy

Lo mejor:  el arranque durante una Segunda Guerra mundial que mezcla lo cotidiano con el vodevil
Lo peor:  no hay nada especialmente execrable
El cruce:  “Los mejores años de nuestra vida” + “Oficial y caballero” + “Salvar al soldado Ryan”
Calificación:  8,75 (sobre 10)

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